Esa misma paz está presente en los corazones del pueblo de Myanmar, que tanto deseaba. "Y entonces llegó la Pascua: Dios no nos olvidado nunca”, ha manifestado el cardenal Bo a la comunidad en Battersea.

Sus palabras fueron como una respuesta a todas aquellas preguntas que se enfrentan en los corazones y en las mentes de los fieles frente a tantos obstáculos de la vida diaria. La vida nunca ha sido fácil en esta parte de Asia, pero la esperanza nunca muere. El cardenal salesiano, durante estos años nos interrumpió su misión al servicio de la paz en la región del Sur-Este Asiático, que ha sido probado por la guerra y por las violaciones de los Derechos Humanos.

No es casual por ello, que el cardenal Bo sea Presidente de la Oficina para el Desarrollo Humano de la Conferencia Episcopal de Asia (FABC) y responsable del Diálogo Interreligioso en Myanmar.

En la parroquia salesiana de Battersea el Cardenal Bo celebró la Eucaristía a las 9:30 y a las 11:30, teniendo, por lo tanto, la oportunidad de conocer a todos los feligreses tanto aquellos que son de Myanmar como de Londres. Pero también se encontró con feligreses de México, Argentina, Filipinas, Italia, y muchos otros países estaban presentes en la iglesia, y no sólo porque era Pentecostés. La presencia multicultural es una de las mejores características de la comunidad de Battersea.

Para esta fiesta de Pentecostés, todos los fieles de la Parroquia llevaron un poco de la cultura y sus tradiciones del país, como los atuendos tradicionales y la preparación de un plato típico nacional para compartir en la mesa. Durante la liturgia, también se hicieron eco de los muchos idiomas por medio de oraciones de los fieles pronunciadas en Inglés, español, chino, francés, entre otros.

Nadie se ha quedado solo o sola en este día de celebración de la gran familia que es la Iglesia.

• Title Title
• Title Title
• Title Title
•  

Tweet