Por Sébastien Robert, SDB
Previsto en el Reglamento de la Congregación Salesiana, esta "visita extraordinaria” ofreció posibilidades a los Salesianos de sentirse pertenecientes a una comunidad mundial. Y por su parte el Consejero, en el encuentro personal con cada uno de los salesianos, fue capaz de demostrar la atención de la Congregación para con cada hermano religioso y reiterar la importancia y significado de la vida comunitaria.
En la visita el P. Rozmus realizó una pregunta importante: “¿Hacia dónde va la Inspectoría de Francia-Bélgica Sur? Invitó a los Salesianos a mirar hacia el futuro y no sentir nostalgia por el pasado. El pasado nos ha llevado a la situación actual. Pero hoy nos debe inspirar el futuro. La tierra prometida es el futuro al que caminamos".
El 21 de mayo en Lyon, durante la presentación del informe de la visita Extraordinaria, se recordó la importancia de buscar la acción del Espíritu Santo: “Sin la presencia del Espíritu, haremos muy poco para la sociedad y el mundo de hoy”.
El 24 de mayo, en la parroquia de San Juan Bosco en París, el Santuario Nacional de los Salesianos en Francia, presidió la misa de la fiesta de María Auxiliadora, en presencia de numerosos miembros de la Familia Salesiana.
Así, en una entrevista, luego de la celebración, el P. Rozmus envió un mensaje a la Familia Salesiana pidiendo a todos sus miembros a permanecer unidos y ayudarse mutuamente para desarrollar el carisma salesiano en la Inspectoría.
A los jóvenes les ha señalado: “sin ustedes, queridos jóvenes, el carisma salesiano no tiene sentido. Les doy las gracias por estar presente con nosotros en la búsqueda de la felicidad, sobre todo la felicidad que viene del corazón. Porque el futuro no depende de nosotros, salesianos, sino de usted, queridos jóvenes”.
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