¿Qué impresión le dio nuestra Inspectoría?
Es una Visita que tenía en programa desde hacía tiempo. Quería conocerles y ahora que estoy aquí puedo decir que en esta inspectoría me siento en casa. Aquí he encontrado a muchos jóvenes, todos con características diversas. Esto me ha hecho entender una vez más, como es hermosa la diversidad. A todos los jóvenes de esta Inspectoría quiero dejarles un mensaje: no tengan miedo, porque Él nos sostiene en todos los momentos.
¿Cómo enfrenta las dificultades?
Todos pasamos momentos difíciles, obviamente también los salesianos, las FMA y los laicos. A veces sentimos miedo, es natural. Pero no podemos perder la esperanza. Nuestra fe nos da fuerza. La fe, querida Familia Salesiana, es nuestra fuerza más grande y todos nosotros sabemos lo que significa en nuestra vida. Personalmente como salesiano, trato de ser siempre positivo. ¡Si realmente creemos que somos la familia espiritual de Don Bosco, entonces nunca podemos ser pesimistas o perder la esperanza!
¿Cómo piensa que se pueden usar las redes sociales para conectarse con los jóvenes?
Don Bosco tenía en Turín la mejor máquina para imprimir, con la tecnología más avanzada. Estaba profundamente convencido de la necesidad de usar estos medios de comunicación. ¡Lo mismo sucede hoy! Solamente que tenemos que ser formados para usarlos bien. En nuestras escuelas se enseña a los jóvenes a usar internet, ¿pero les enseñan también a distinguir las cosas buenas de los peligros? Tenemos que estar presentes en el mundo digital. Tenemos que aprovechar la oportunidad que nos ofrece y al mismo tiempo evitar los peligros que se presentan. Esto es sin lugar a dudas importante.
¿Cómo los jóvenes puede sentirse motivados para seguir a Jesús?
Nosotros los salesianos tenemos que quedarnos siempre cerca de los jóvenes. No podemos en ningún caso dejar de estar presentes entre los jóvenes. Este es el punto central de la Familia Salesiana. Si perdiéramos de vista esto, cometeríamos un gran error. Nuevamente quiero invitarles a todos a vivir con coraje, ser un testimonio auténtico para los otros y vivir siempre siguiendo los valores cristianos y salesianos. Nunca debemos tener miedo.
