“Comienzo a escribir esta carta en Shillong, en el noreste de la India, y os la puedo enviar desde Dilli, capital de Timor Leste. Lo que yo puedo hacer a través de fatigosas jornadas de viaje, yendo de norte a sur y de este a oeste, vosotros lográis hacerlo mucho mejor que yo, a veces sin salir de vuestras habitaciones, pero eso sí, uniendo los diferentes puntos del globo terrestre con vuestra oración y con vuestro ofrecimiento silencioso” comienza el Consejero para las Misiones, renovando su gratitud a todos sus hermanos que acompañan la obra misionera de la Congregación a través del apoyo espiritual y de la donación de sus fatigas cotidianas.
A continuación el P. Basañes recuerda la emoción del Envío Misionero celebrado el pasado 29 de septiembre en la Basílica de María Auxiliadora de Turín, añadiendo que los 36 nuevos misioneros no sólo fueron el resultado de la llamada misionera del Rector Mayor, sino también "un fruto fecundo de vuestras oraciones constantes por las misiones y por los misioneros".
Por eso exhorta a los salesianos ancianos y enfermos a perseverar en el acompañamiento de la oración. Y, citando la Carta Apostólica Maximum Illud que el Papa Benedicto XV escribió hace 100 años -por lo que el Papa Francisco declaró el mes de octubre de 2019 como "Mes Misionero Extraordinario"-, subrayó su contribución a mantener encendido el "fuego" de la misión en una Congregación, y en la Iglesia, "en constante camino".
La carta no podría concluir sin un recuerdo fraterno de los dos misioneros salesianos asesinados a principios de 2019 en Burkina Faso, el P. Antonio César Fernández y el P. Fernando Hernández. “Que estos dos mártires nos ayuden de verdad a acercarnos más y más a las respuestas más adecuadas a la demanda crucial del próximo Capítulo General 28: ‘qué tipo de Salesiano…?’ Podríamos decir, un Salesiano que viva permanentemente en estado de martirio.”.
Salesianos, es decir, “siempre prontos para ‘dar razón de su esperanza’, a irradiar su fe aun cuando esta predicación debiera verse matizada con el rojo de la propia sangre”.
El texto completo de la carta está disponible aquí.