El P. Basañes recuerda “las tentaciones que padecen los misioneros, y que soportan también nuestras comunidades que se encuentran en la primera línea de la actividad misionera salesiana en los cinco continentes. Tentaciones de desánimo, de debilitamiento o incluso de ¡pérdida de la fe!”. Por ello invita rezar al Corazón de Jesús y colaborar con las misiones a través de las “oraciones abundantes y en constante aumento”, que siempre alimentó a los misioneros.
El Consejero agradece el apostolado de la oración que ha tenido dos los frutos evidentes este año que concluye: por una parte la 148° Expedición Misionera Salesiana y por otra, la liberación del Padre Tom Uzhunnalil. No podemos olvidarnos de la beatificación del Padre Tito Zeman, salesiano, modelo de misionero para comprender "cuántos frutos vocacionales y misioneros” puede derivar del sufrimiento, unido a la oración perseverante.
El P. Basañes finaliza su carta invitando a los hermanos mayores, ancianos y enfermos a poner en sus oraciones algunas intenciones especiales: “por los refugiados, especialmente por aquellos del Sudán del Sur” y “por nuestras presencias salesianas entre los pueblos indígenas de la selva amazónica”.
El texto completo de la carta se encuentra disponible en sdb.org