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Japón - Desafíos que esperan al Padre Yamanouchi

14 Junio 2018

(ANS - Tokio) – “Como el Papa Francisco, después de su elección, yo también les pido a cada uno de ustedes que oren por mí, y les doy mi bendición. A partir de hoy, no dejemos de orar el uno por el otro”. De esta manera se expresas el Obispo recién nombrado de Saitama, P. Mario Yamanouchi. Inicia un mensaje a los fieles en el que traza su camino y examina la realidad de su diócesis. Luego del reciente nombramiento, el salesiano ya tiene las prioridades y los desafíos que debe enfrentar en la tarea que le ha encomendado el Santo Padre.

La diócesis cubre un área de aproximadamente 22,600 km2 y tiene 4 prefecturas civiles. La población llega a más de 14 millones de personas y el número de católicos nativos es de solo 20.600 fieles, sin embargo, ascienden a más de 120 mil, considerando también a los inmigrantes católicos.

La comunidad católica incluye alrededor de 250 consagrados (sacerdotes, diáconos permanentes, consagrados, laicos, religiosos y religiosas) de diferentes nacionalidades - coreanos, brasileños, filipinos, vietnamitas, Peruanos, Indonesios... Y entre los otros segmentos a tener en cuenta es que hay muchos niños de parejas mixtas, algunos refugiados y otras personas en espera de reconocimiento legal para su residencia estancia en Japón.

La diócesis tiene alrededor de 60 parroquias, con 40 sacerdotes y algunos diáconos permanentes, 4 congregaciones masculinas y 18 congregaciones femeninas, algunas de las cuales son religiosas de clausura. “Mi deseo es visitar todas las parroquias y comunidades religiosas, reunirme con ellas en el primer año y renovar este tipo de encuentros todos los años”.

La relación con las otras religiones en el territorio será importante, porque en la misma área hay muchos templos budistas y santuarios sintoístas, junto con iglesias protestantes. “Sin lugar a dudas, este es un tesoro espiritual para compartir como hermanos”, comenta el futuro prelado.

Entre los desafíos que se presenta en su nueva misión pastoral, el P. Yamanouchi ya identificó tres en particular:

el fuerte componente de católicos inmigrantes (70%) sobre un total de una comunidad católica, la necesidad de ayudar los carismas de las diversas Congregaciones Religiosas presentes para enriquecer a toda la comunidad diocesana, diálogo con los movimientos eclesiales y su colaboración bajo la guía y la autoridad del obispo

El P. Yamanouchi concluye: “Pedimos que María, Madre de la Iglesia y de todas las personas, nos proteja contra las fuerzas del mal y que San José nos guíe en el ministerio, con especial atención en favor de los niños, jóvenes y ancianos”.

AustraLasia

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