El encuentro fue cordial con los invitados de Eritrea que fueron recibidos con alegría por el Superior de la Visitaduría de Etiopía, el P. Estifanos Gebremeskel, y por el Sr. Cesare Bullo, SDB, junto con otros religiosos de la comunidad de Makellè. El grupo eritreo, por otro lado, estaba formado por dos jóvenes salesianos, tres sacerdotes y el P. Petros Abraha, que en esta etapa se desempeña como responsable de la delegación.
“Para nosotros, este es un regreso a casa. Estamos realmente conmovidos al ver estos lugares que tienen una gran importancia emocional para nosotros”, dijo el P. Petros en estas circunstancias.
Los dos países, hasta hace pocos años, estaba constituida como una única Visitaduría “Etiopía y Eritrea”, pero por las tensiones políticas, se vieron obligados a separarse dejando a Etiopía como una Visitaduría y a los salesianos que pertenecían a Eritrea, directamente formaban parte de la Sede Central Salesiana.
Aunque es demasiado pronto suponer un futuro unidos en una misma Visitaduría, la reunificación política ha dado lugar a una sensación de alegría y gozo en la población y entre los Salesianos de los dos países. La reapertura de las fronteras coincidió con la fecha del Año Nuevo etíope, añadiendo un motivo más para la celebración.
“Declaración de paz y amistad” entre Etiopía y Eritrea, firmada el 9 de julio, ha sido fuente de inmensa alegría entre los ciudadanos de los dos Estados. “Es un momento de cambio de época, la situación está evolucionando y nos sentimos optimistas. La apertura entre los dos países presentará nuevos desafíos, tanto a nivel religioso como a nivel social. Firmar la paz era como derribar una pared. Representa un puente de amor entre dos estados que tienen un solo pueblo que ahora pueden reconocerse”, fueran las primeras palabras del salesiano.