Para los Salesianos de Don Bosco, y para todos los que trabajan en las obras Salesianas existe un criterio permanente que se denomina: El Oratorio. En efecto, en las Constituciones Salesianas, se ofrece un panorama prometedor del trabajo pastoral y se afirma que “Don Bosco vivió una típica experiencia pastoral en su primer oratorio, que para los jóvenes fue casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que encamina hacia la vida, y patio donde se comparte la amistad y la alegría”.
Para seguir avivando el fuego y acompañando los caminos que se iniciaron en las comunidades se puso a disposición Proyectos formativos que se elaboran con el equipo de Pastoral Juvenil y que se convierten en un modelo de inspiración, en un espacio de reflexión y en la opción para seguir trabajando al estilo de Don Bosco. Los proyectos son:
- Patio Mamá Margarita
- Patio Oratorio
- Patio Valdocco
- Patio sueños
En el marco del Plan de Formación y Acompañamiento animado por el Equipo de Inspectorial de Pastoral Juvenil la Inspectoría se reflexionó sobre las prácticas de participación y animación comunitaria desde la teología pastoral.
Carolina Bacher presentó el tema “Secundar la gestión del Espíritu”. “A la pastoral le corresponde secundar el paso de Dios en la historia. Cuando pensamos en una pastoral institucionales… lo que se dice es que gestionamos tratando de descubrir la presencia de Dios por esos marcos instituciones, por los espacios, y el espacio de los salesianos es el patio”.
Frente a una infinidad de modelos pastorales como: el modelo tradicional que se configura en torno al culto, el modelo comunitario centrado en el área de la koinonía, el modelo evangelizador que prioriza las acciones en torno al kerigma o el modelo liberador que prioriza la diakonía, se pregunta: ¿En qué modelo pastoral se podrían ubicar las prácticas pastorales de Don Bosco y de los salesianos?
Sin lugar a dudas, para los salesianos existe el modelo pastoral de Don Bosco: el Patio como el lugar de encuentro personal con el joven.