Perú – Muchos pobres tocan la puerta de la Parroquia María Auxiliadora y la Casa Don Bosco: “Gracias, que Dios los bendiga”

31 Marzo 2020

(ANS –Lima) – El Perú es una de las naciones de América Latina que puede llamarse “país joven”. Según INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática) la tercera parte de la población, es decir unos 10 millones 338 mil, son niños y adolescentes de cero a 17 años, pero lamentablemente el País tiene la tasa más alta de trabajo infantil en Sudamérica con un millón 274 mil niños y adolescentes que realizan trabajos peligrosos. Los Salesianos de Don Bosco que llegaron en 1891 conocen de esta situación y en cada lugar donde existe una obra Salesiana se han creado “Casas-Albergues Don Bosco” donde atiendes a cientos de estos adolescentes y jóvenes.

A causa del Covid-19, las “Casas de acogida” se han visto obligadas a atender a los jóvenes las 24 horas. “Con esta nueva situación, se han trastocado los horarios y la atención a los destinatarios por ello les ofrecemos momentos para alimentar el espíritu: oración, buenos días, rezo del Rosario, Misa diaria, buenas noches. Por otro lado, hemos organizado el tiempo para actividades de limpieza, mantenimiento de los jardines, paredes y pisos, clases virtuales, deportes y espacios para el deporte”, escribe el P. Julio Acurio, SDB.

“Hemos visto las imágenes de muchas partes del mundo, sobre todo de Italia – Comenta el P. Rafael Vildozo, SDB – y nos hemos preguntado de inmediato: ¿por qué no salimos nosotros también a ayudar a la gente?... Y sí lo estamos haciendo”. Efectivamente, los chicos de la “Casa Don Bosco” de Breña, Lima, han comenzado a salir y ayudar a las personas más pobres y necesitadas.

“Un equipo de personas junto a los muchachos ha formado la ‘escuadra de emergencia’, tramitando permisos especiales porque somos una organización que atiende menores y familias en riesgo social. Ellos recogen cada día donaciones de alimentos que sirven para nuestras casas y lo compartan con los más pobres, con aquellos que tienen trabajos precarios y para quienes la inmovilización social significa cero ingresos. Todo lo que se consigue de donación cada día es embolsado por los mismos chicos, y lo hemos llamado ‘bolsas salvadoras’, porque salva a los pobres”, comenta un joven de la Casa Don Bosco.

“Muchos pobres tocan la puerta de la Parroquia María Auxiliadora y la Casa Don Bosco. Sabemos que el Covid-19 nos enferma y nos mata; pero la hambruna y la desesperación de no poder atender a los hijos y a los ancianos es peor”, comenta el P. Acurio.

Cada vez que entregamos la “bolsa salvadora” les decimos que es de parte de Dios y de Don Bosco y la respuesta es simple: “Gracias, que Dios los bendiga” y sus rostros pesarosos se convierten en rostros de alegría, al menos por un día más.

Por: P. Julio Acurio, SDB; P. Rafael Vildozo, SDB

InfoANS

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