La política tribal está a la orden del día en la mayoría de los países africanos. Muchos políticos populares encuentran apoyo en sus afiliaciones tribales y se enfrentan a las elecciones contando con el apoyo de los miembros. Por lo tanto, se sienten obligados a apoyar a sus tribus, para que puedan mantener sus posiciones en el gobierno y salvaguardar su riqueza obtenida injustamente. El sur de Sudán puede ser el mejor ejemplo de política tribal.
El estado de ánimo conflictivo se ve exacerbado por el hecho de que nunca se ha fomentado el diálogo entre las comunidades. A menudo las conversaciones de paz solo han involucrado a líderes políticos que han firmado acuerdos de paz artificiales. Pero los conflictos entre las tribus han echado raíces.
Así que incluso un pequeño malentendido puede convertirse en una guerra real, con consecuencias duraderas. Recientemente hubo una explosión de violencia en el asentamiento de refugiados de Palabek, en el norte de Uganda, que alberga a unos 55.000 refugiados del Sudán del sur. Esta violencia también puede atribuirse en parte al aumento del estrés y a la pérdida de empleos entre los jóvenes, provocados por el aislamiento forzoso del Covid-19.
En situaciones como ésta, es necesario fomentar la capacidad de los dirigentes en la gestión de conflictos y las fases posteriores a los conflictos. Necesitan conocer la actitud correcta hacia las tribus y las diferencias étnicas, necesitan comprender más profundamente el significado de las culturas, las tradiciones y sus historias.
La Iglesia puede y debe ser la voz moral de la sociedad. La Iglesia puede y debe ser un paraguas que abarque a la gente de todas las tribus y diferencias bajo su sombra. Y los organismos humanitarios pueden desempeñar un papel educativo combinando sus muy necesarios esfuerzos humanitarios y de desarrollo.
En Palabek los Salesianos comparten la vida y la batalla por el desarrollo de los refugiados. Se esfuerzan por estar cerca de la gente, especialmente de los afectados por la violencia. Su participación en las reuniones de paz es muy apreciada y han asegurado su apoyo a las autoridades de asentamiento y a las fuerzas de seguridad. Otras iniciativas estratégicas están planificadas para las próximas semanas.
“Que Dios continúe ayudándonos a construir puentes de paz y nos ayude a ser nosotros mismos vehículos de paz y armonía”, comentó el P. Lazar Arasu, SDB, Director de la Misión Salesiana en Palabek.
