“Como primera cosa nosotros los salesianos tenemos todo el tiempo para compartir, conocernos mejor y para acercarnos uno al otro. Antes estábamos muy empeñados, rodeados por una multitud de unos 160-170 jóvenes entre internado, escuela y aspirantes. Teníamos poco tiempo para hablar y reír entre nosotros, comíamos siempre apurados... Ahora tenemos tiempo para tener una verdadera comida como familia, más tiempo libre, tiempo para compartir y disfrutar la presencia de los otros.
Actualmente están con nosotros solamente 23 jóvenes, son pocos, pero al mismo tiempo hemos aprendido a conocerlos mejor. Estamos en grado de hacer el llamado 'acompañamiento personal'. Escuchamos sus historias particulares que son siempre interesantes. Muchos de ellos provienen de familias pobres y no pocos son los que tienen problemas familiares. Podemos ofrecerles así aquella 'palabra en el oído' que puede llegar a las exigencias que cada uno de estos jóvenes tiene.
Otra bendición que hemos recibido en estos días fue la de poder llegar a 500 familias jóvenes, ayudándolas con alimentos no perecederos, gracias a una ayuda económica que nos llegó desde Singapur. Ha sido una experiencia muy tocante ver las sonrisas y la alegría de la gente pobre que recibía ayuda. Desde allá arriba parecía que nos decían: '!No se lamente de la vida salesiana, vuestra pobreza no es nada respecto a la de ellos¡'
En estos días nos tomamos más tiempo para hacer nuestras oraciones, rezando diariamente por todos los hijos de Dios que sufren por el covid-19.
Como este año nuestros jóvenes están de 'vacaciones' por un período más largo de lo normal, podemos además hacer una mejor manutención de nuestra casa. Diría también que, al mismo tiempo para nosotros los salesianos, ahora que tenemos que correr menos debido a la reducción de nuestra actividades, este es un momento para hacer también un poco de manutención espiritual...”.
https://www.infoans.org/es/component/k2/item/10972#sigProIdf4e2313300