El padre Thannhuber legó a Foglizzo, cerca de Turín cuando tenía 17 años, como “Hijo de María”; después de haber completado el noviciado en Ivrea es enviado en el 1903 como misionero en Brasil. Antes de partir el Rector Mayor, el padre Miguel Rua le dijo: "Y bien, tú prepárate para el martirio". Tal previsión efectivamente se cumplió el 29 de agosto de 1920: el padre Thannhuber, director de la casa de Palmeiras, en Mato Grosso, fue asesinado por un bandido, pero antes le pidió que no hiciera del mal a los otros religiosos. Aunque el caso nunca fue enteramente resuelto se puede suponer que el motivo estaba en las divergencias sobre temas de tierras, con los salesianos empeñados en defender los derechos de la población indígena.
La función conmemorativa del testimonio del padre Thannhuber inició el sábado 26 de septiembre con las Vísperas solemnes celebradas en la iglesia parroquial de Wurmannsquick, contando con la presencia de varios miembros de la familia Thannhuber y de muchos fieles de la región. Después de las Vísperas, el padre Josef Grünner, responsable de la Procura Misionera Salesiana “Don Bosco Mission” en Bonn, habló de la vida y de lo que operó este entusiasta salesiano misionero bávaro, que trabajó con celo en las ciudades de Cuiabá, Corumbá y Palmeiras, siendo muy apreciado en todas partes.
La conmemoración llegó a su auge el día siguiente, el domingo 27 con la misa presidida por el obispo de la diócesis de Passau, el salesiano Mons. Stefan Oster que realizó la homilía. En sus palabras puso el ejemplo de don Thannhuber, subrayando el sentido de la conversión como conexión con Jesús y el sentido de la acción misionera como vida en los pasos de Cristo y en la devoción hacia el prójimo: “Hoy en nuestra Iglesia necesitamos a hombres y mujeres, jóvenes apasionados que sepan contar a Cristo... Aprendamos de él a ser misioneros allí donde nos encontramos, para ser testimonios del amor de Cristo”.
También el inspector de los salesianos de Alemania, padre Reinhard Gesing, ha participado al evento y ha subrayado el valor del testimonio del padre Thannhuber para los días de hoy: “El Papa Juan Pablo II nos ha solicitado de olvidarnos de los mártires, Porque con su testimonio lleno de coraje podamos obtener fuerzas para nuestro testimonio de fe hoy. En estos tiempos difíciles necesitamos también de la intercesión de ellos”.
Mons. Oster concluyó su discurso diciendo: “Estoy feliz como obispo al poder celebrar en este lugar a un martir que ha dado su vida por amor a Cristo”. La Diócesis de Passau, así como la Inspectoría de Alemania, desean trabajar para cultivar y transmitir la memoria del padre Josef Thannhuber.
