Papúa Nueva Guinea – El padre Valeriano Barbero, “El aventurero de Dios”

29 Octubre 2020

(ANS – Port Moresby) – Nos puede dejar perplejos que cuando cuenta el inicio de su larga vida misionera, el salesiano italiano la describa sobre todo como un deseo de aventura. Se encontraba en Filipinas, un país a mitad camino entre el atraso económico y la globalización industrial, cuando llegó a los salesianos de la región el pedido de extenderse a la frontera de Papúa Nueva Guinea.

El padre Valeriano partió con dos hermanos, el sacerdote filipino Fernández Rolando y el yugoslavo José Kramar, despidiéndose de Manila en el día de la fiesta nacional. Era el día del Corazón Inmaculado de María, "el mejor presagio", recuerda ahora el padre Valeriano

Se encaminó entre la jungla con palma y pantanos sin mostrar el crucifijo: sobre todo debía entrar en relación con la gente tal cual como era, hacerse amigo, conocer su cultura. No se había propuesto bautizar a aldeas enteras, sino buscar las huellas de Dios en las personas individualmente, descubrir el modo de razonar y una posible predisposición al anuncio cristiano.

“No he convertido a nadie", afirma el salesiano al hacer el balance de sus años hasta ahora pasados en Papúa Nueva Guinea. En realidad ha preparado el terreno para que en el momento justo el sembrador pudiera intervenir.

La realidad enfrentada no era simple: casas sobre pilotes, jungla escasa de productos comestibles y nutritivos, la presencia de un alimento-droga que trae dependencia y consecuencias en la salud, la presencia de tiburones, la ausencia de estructuras médico sanitarias próximas.... Además a nivel social la situación no es fácil: los habitantes de los poblados se dejan absorber por el vértigo de las grandes ciudades; las personas están dispuestas a ayudar si tienen un retorno; la misma propuesta religiosa es evaluada con criterios de utilidad material.

Como misionero - o sea como auténtico anunciador del Reino de Dios - el padre Barbero se ocupa de escuchar, atender, hablar a las conciencias individualmente cuando se abre alguna posibilidad. Y comparte todo con la población local: contrajo la malaria como la mayor parte de la gente, come de las conservas como plato único,  ha compartido espacios en donde no llega la energía eléctrica y el agua está llena de bacterias.... Como nunca ha rechazado dar la mano o un abrazo a un leproso contrajo también él la enfermedad de Hansen, con daños colaterales a los nervios de los pies, al punto de hacerle decir que son el dolor de los clavos de Nuestro Señor crucificado.

Ha festejado sus 40 años en Papúa Nueva Guinea el pasado verano en su tierra Novara, donde quedó bloqueado por motivos de salud. Pero desea volver a su tierra elegida lo antes posible, apenas las disposiciones sobre la pandemia se lo consientan.

La primera obra a la cual puso mano es un Centro de Formación Profesional, que a distancia de años se ha vuelto una excelencia en el sistema formativo de todo el archipiélago. Ahora lo esperan para realizar algo necesario para dar más dignidad a los 300 jóvenes internos: un nuevo dormitorio.

En la capital Port Moresby, ha querido que sea visible también la presencia de la Virgen con un santuario dedicado a María Auxiliadora, para recordar que todo ha iniciado bajo su protección. En el día de la dedicación - maravillando a todos - el Gobernador general expresó con entusiasmo su orgullo por tener en su territorio “la iglesia más hermosa de Papúa Nueva Guinea y quizás de toda Oceanía”.

InfoANS

ANS - “Agencia iNfo Salesiana” - es un periódico plurisemanal telemático, órgano de comunicación de la Congregación Salesiana, inscrito en el Registro de la Prensa del Tribunal de Roma, Nº. 153/2007.

Este sitio utiliza cookies, para mejorar la experiencia del usuario y por motivos estadísticos. Al entrar en esta página declaro que estoy de acuerdo con el uso de cookies. para saber más o negarse a usar este servicio has clic en el botón "Más informaciones"