La casa es propiedad de los Salesianos de Don Bosco, quienes en los últimos años y con grandes sacrificios la han renovado por completo. El resultado, a pesar de los esfuerzos, valió la pena: ahora es un hermoso hogar para siete niños, que aquí pueden desarrollar nuevas perspectivas para el futuro.
“Durante las obras se registraron continuos retrasos y al final quedó claro que no se podía hacer sin una completa transformación - explicó el padre Otto Nosbisch, director de la obra de Essen y acérrimo partidario de la iniciativa de dar un nuevo uso a la estructura. Ahora tenemos un interior completamente nuevo dentro de los antiguos muros exteriores”.
En efecto, el resultado de las obras del antiguo edificio de tres plantas, rehabilitado en su núcleo central, es impresionante: se han creado amplias zonas comunes, una gran cocina, siete espaciosas habitaciones individuales, buenos aseos, grandes balcones y un precioso patio interior. Además, hay un lugar para los asistentes y terapeutas, oficinas y salas de reuniones.
Si bien la Caritas de Essen administrará las actividades de acuerdo al contrato, el espíritu salesiano seguirá siendo una parte integral de la vida de la casa. “Este fue un punto particularmente importante para nosotros: tendrá el Don Bosco Club, el oratorio diario y todas las demás ofertas del Campus Don Bosco que darán muchas oportunidades de acción en los alrededores, así como ocasiones concretas de encuentro”, prosigue el padre Nosbisch. Como construir muebles juntos, realizar excursiones y una variedad de otras actividades que ya están planificadas para el futuro.
En cambio el equipamiento, colores y muebles en el interior -que fueron bendecidos por el padre Nosbich el día de la inauguración- fueron todos seleccionados por el personal que animará la casa, con el objetivo de tener un entorno operativo óptimo para la cuidado de los chicos.
Los jóvenes vecinos de la calle Theodor Hartz, nº 21, pronto deberán participar en la elección del nombre que darán a la casa. Mientras tanto, acompañados de los trabajadores de Cáritas y envueltos en el espíritu salesiano, podrán redescubrir una sana confianza en la vida y en la ayuda de Dios.
Fuente: DonBosco.de