La asistencia de las autoridades fue importante: entre los presentes estaba el fuerte partidario y antiguo amigo de la presencia salesiana en esta ciudad, Mons. Edward Clark, obispo auxiliar de Los Ángeles y el Superior de la Inspectoría salesiana del Oeste de Estados Unidos, el padre Mel Trinidad.

También se encontraba la senadora del estado de California, María Durazo; el representante del alcalde de la ciudad; varios salesianos y Salesianos Cooperadores; las Hermanas de San José de la comunidad de Orange; los gerentes de la empresa a cargo de la construcción; junto a sacerdotes de otras iglesias y muchos feligreses.

Después que Mons. Clark bendijo el sitio, varias de las personalidades que asistieron a la ceremonia, cada una con una pala, dieron las primeras paladas simbólicas en el suelo, representando el inicio de la obra.

Antes de esta ceremonia laica, se celebró la Misa en la cercana iglesia de Santa Brígida en honor a Nuestra Señora de China, para agradecer este importante evento y orar para que el proceso de construcción avance de manera segura y sin problemas.

La idea de levantar un edificio polivalente en ese sitio nació hace cinco años, a la luz de los espacios limitados de las estructuras actuales y considerando las necesidades futuras. La iniciativa floreció paso a paso bajo la dirección del padre John Lam, SDB, del Consejo Pastoral Parroquial y de la Asociación Católica China de Los Ángeles (CCALA, en inglés).

Así, el presidente del Consejo Pastoral, Richard Cheung, realizó una investigación y presentó formalmente la necesidad de un nuevo edificio a la CCALA, que formó rápidamente un comité de construcción para gestionar todos los aspectos relacionados con la edificación y un equipo dedicado a la recaudación de fondos.

La fase inicial partió con la evaluación de las necesidades futuras, la comprensión del estilo arquitectónico actual de la ciudad, la elección del arquitecto, llegando a la organización necesaria para la recaudación de fondos ...

Cada paso estuvo lleno de desafíos. Pero la ceremonia de inicio de las obras dio un primer reconocimiento a los años de esfuerzos y generosas contribuciones financieras de muchos benefactores.

“Mayo es el mes de María. Rezamos a nuestra Madre y a San Juan Bosco para que bendigan y apoyen a todos los salesianos y a todos los miembros del comité de construcción. Y esperamos que pronto se complete el Centro María Auxiliadora”, comentó un feligrés allí presente.

David Law

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