El padre Muñoz nació el 26 de diciembre de 1944 en Pozoblanco, una localidad española cercana a Córdoba, donde el carisma salesiano tiene raíces ancestrales, las que penetraron profundamente en el alma del joven Eusebio. Realizó su noviciado en San José del Valle e hizo su primera profesión el 16 de agosto de 1962 y su profesión perpetua el 26 de julio de 1968, siendo ordenado sacerdote el 22 de julio de 1972.
Numerosas casas de su Inspectoría de origen, dedicadas a Santo Domingo Savio con sede en Córdoba, han sido testigos de su entusiasmo vocacional. A lo largo de los años ha sido Director en Ronda, Montilla, del aspirantado de Córdoba, en Sanlúcar la Mayor, en Granada-Cartuja. Además, se desempeñó como Maestro de Novicios, Delegado de Pastoral Juvenil y Animación Vocacional, Delegado de la Familia Salesiana, Formador, Vicario Inspectorial e Inspector en el sexenio 1990-1996. Licenciado también en Economía, durante 18 años presidió además el Consejo de Administración de la CCS Salesiana Española.
En 2006, el entonces Rector Mayor, el padre Pascual Chávez, le pidió que animara y dirigiera la comunidad "San Giovanni Bosco" de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS) de Roma, cargo que ocupará durante nueve años y que le permitió seguir ampliando más sus horizontes en la experiencia del carisma salesiano en contacto con salesianos de diferentes partes del mundo. Son muchos los Salesianos que han sido tocados por su corazón de padre en estos años en la UPS.
En 2015, el Rector Mayor, el padre Ángel Fernández Artime, le confió la nueva función de Delegado Central del Rector Mayor para el Secretariado de la Familia Salesiana.
Después de haber realizado este servicio con celo y eficacia, en 2020 se le encomendó otro papel de gran importancia: la guía de “Misiones Salesianas”, la Oficina de la Misión Salesiana en Madrid.
Hoy muchas personas, salesianos y laicos de los distintos grupos de la Familia Salesiana, lamentan su fallecimiento:
“Vital, alegre, cariñoso, muy hábil conversador, profundo compañero, generoso hasta el extremo, ha labrado en nuestra vida un camino de profundización en la Fe, que nos ha permitido encontrar al Señor resucitado, a través de su vida, su testimonio y su palabra” (Ignacio Vázquez de la Torre, Salesiano Cooperador de Córdoba).
"Me duele el corazón porque perdí a un padre amoroso, que me quería tanto y a quien extrañaré tanto ... Fue de verdad y hasta el final un pastor salesiano con el corazón de Don Bosco" (Padre, Anthony Lobo, salesiano indio, alumno del padre Muñoz en la UPS).
“Encontraba la palabra adecuada para cada uno, tenía una gran capacidad de análisis y síntesis, y una serenidad envidiable. A su lado uno siempre se sentía a gusto y en paz. Tenía el raro arte de apreciar a cada persona, reconocer sus valores y cualidades, dar afecto y seguridad. Todo esto explica por qué fue un gran formador de salesianos y jóvenes” (Padre, Juan Andrés Fuentes Amezcua, salesiano español, compañero de clase del padre Muñoz).
"¡Seguro que María Auxiliadora y Don Bosco le dan la bienvenida en el Cielo como se merece!" (Ángel Gudiña, estrecho colaborador del padre Muñoz en los años que pasó en Roma y en la Misión de Madrid).
Por último, informamos del conmovedor comentario del Rector Mayor, el padre Ángel Fernández Artime: “El Padre Eusebio fue un verdadero padre para muchos Salesianos, un auténtico hijo de Don Bosco, siempre generoso y confiable en las tareas que realizaba. También fue para mí un gran hermano y amigo. Sólo podemos agradecer a Dios por el gran bien que ha hecho a la Congregación y a la Familia Salesiana, y sobre todo por el gran don de su vida”.
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