En efecto, de su persona y de su doctrina emana una impresión de rara plenitud, demostrada en la serenidad de su búsqueda intelectual, pero también en la riqueza de sus afectos, en la "dulzura" de sus enseñanzas que tuvieron una gran influencia en la conciencia cristiana.
Parecería entonces que Francisco de Sales tanto en sus obras más representativas (Introducción a la vida devota y Tratado sobre el amor de Dios) como en su continua práctica pastoral se presenta en el escenario de la historia de la Iglesia como uno de los precursores más representativos de lo que el Vaticano II llamará "vocación universal a la santidad" (capítulo 5 de la Constitución Dogmática Lumen gentium).
Tanto en las obras mayores como en la correspondencia, Francisco de Sales exhorta, invita, esperona a tomar conciencia de que la santidad no está ligada en sí misma a un estado particular de vida, sino que -insistiendo directamente en la dimensión bautismal de la pertenencia a Cristo- es requisito exigido por el hecho de ser miembros de la Iglesia. Es una santidad para todos, como nos recuerda a menudo el Papa Francisco: “Muchas veces nos sentimos tentados a pensar que la santidad está reservada a aquellos que tienen la oportunidad de alejarse de las ocupaciones ordinarias, de dedicar mucho tiempo a la oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo cada uno su propio testimonio en las ocupaciones de cada día, dondequiera que esté” (Gaudete et exsultate n.14).
Desde Don Bosco hasta nuestros días se atestigua una tradición de santidad que merece atención, porque es la encarnación del carisma que de él se originó y que se ha expresado en una pluralidad de estados de vida y de formas. Son hombres y mujeres, jóvenes y adultos, consagrados y laicos, obispos y misioneros que en contextos históricos, culturales y sociales diferentes en el tiempo y en el espacio han hecho resplandecer con una luz singular el carisma salesiano, representando un patrimonio que juega un papel eficaz en la vida y en la comunidad de los creyentes y en las personas de buena voluntad.
Durante el año 2022, además de la conmemoración del IV Centenario de la muerte de San Francisco de Sales (Lyon, 28 de diciembre de 1622), también se realizarán otras importantes conmemoraciones:
- 175° aniversario del nacimiento de la Beata Magdalena Morano, Hija de María Auxiliadora (Chieri, 15 de noviembre de 1847).
- 150 aniversario del nacimiento del Beato José Calasanz (Azanuy - España, 23 de noviembre de 1872), exponente de los mártires de España.
- 125° aniversario de la muerte del Venerable Andrea Beltrami, salesiano de Don Bosco (Turín-Valsalice, 30 de diciembre de 1897).
- Centenario del nacimiento de la Sierva de Dios Rosetta Marchese, Hija de María Auxiliadora (Aosta, 20 de octubre de 1922).
- 50° aniversario de la muerte del Siervo de Dios Giuseppe Cognata (Pellaro - Reggio Calabria, 22 de julio de 1972), obispo salesiano, fundador de los Salesianos Oblatos del Sagrado Corazón.
- 50° aniversario de la beatificación de Miguel Rúa (Roma, 29 de octubre de 1972).
- 50° aniversario de la muerte del Venerable Attilio Giordani (Campo Grande - Brasil, 18 de diciembre de 1972), Salesiano Cooperador.
La Familia Salesiana pretende revivir el gran tema de la llamada universal a la santidad, valorando la variedad y multiplicidad de vocaciones presentes en los Grupos de esta gran Familia carismática.
El discurso completo del P. Cameroni está disponible al final de la página en italiano (Informe y presentación resumida) y en inglés (el informe).
