El Rector Mayor ha comenzado la jornada de hoy visitando el Colegio Saeng Thong Vitthaya, dirigido por los salesianos, y el Colegio Thidanukhro, a cargo de las Hijas de María Auxiliadora (FMA), dos Instituciones de Hatyai que desarrollan numerosas actividades educativas en el ámbito académico y pastoral, teniendo al centro la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes. Los religiosos y religiosas de los dos colegios, junto con el párroco, dieron una calurosa bienvenida al Rector Mayor, donde además de la decoración festiva se realizaron actuaciones culturales a cargo de los alumnos.

El 10º Sucesor de Don Bosco dirigiéndose a los docentes les invitó a realizar su tarea con amor hacia los alumnos. En su mensaje, le recordó que la educación es una vocación de gran valor y encanto, porque permite entrar en lo más profundo del corazón de los estudiantes para educarlos a ser buenas personas; al mismo tiempo, invitó a los alumnos a obedecer a sus maestros y ser agradecidos con ellos. Finalmente, expresó su agradecimiento y aprecio a los Exalumnos y a la Asociación de Padres de Familia, que colaboran con los salesianos para animar a los jóvenes a recibir una educación de calidad y a que colaboren activamente con las actividades y proyectos escolares: han desarrollado programas para ayudar a las personas afectadas por la pandemia del Covid-19, repartieron paquetes de alimentos junto con la escuela, además de participar en iniciativas humanitarias en situaciones de desastres naturales.

Posteriormente el padre Ángel fue a Pattani, donde conoció a los Salesianos y a las Hermanas Siervas del Inmaculado Corazón de María (SIHM, 14º grupo de la Familia Salesiana), que trabajan en las tres Inspectorías de Yala, Pattani y Narathiwat, en la frontera sur de Tailandia.

Esa zona la población que es mayoritariamente musulmana ha vivido fuertes tensiones separatistas, con miles de muertos y heridos entre 2004 y 2011, aunque ahora la situación ha mejorado.

Dirigiéndose a los religiosos activos en esa zona, el 10º Sucesor de Don Bosco subrayó que estar presente en una situación objetiva de tensión es testimonio de la presencia de Dios: “Vuestra presencia ayuda y anima a los fieles católicos en su vida cotidiana. Pueden percibir a través de ella que Dios los ama y no se olvida de ellos”, expresó.

Concluyó así la visita del Rector Mayor a Tailandia, un tiempo lleno de bendiciones para los salesianos y la Familia Salesiana en el país. “Estamos agradecidos al Rector Mayor por su compromiso y su amor por nosotros. Que Dios nos ayude a ser fieles al carisma de nuestra Congregación, para que podamos seguir siendo signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes y especialmente a los más pobres y abandonados”, indicaron los salesianos de Tailandia.

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