La celebración comenzó con los saludos de los representantes de los grupos de la Familia Salesiana y del Vicario de la zona centro, padre Francisco Llanca, todo transmitido en las redes sociales, motivando además a quienes se conectaron con una narración alusiva a la historia del templo.
Durante el evento, el coro polifónico de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) realizó un concierto en honor a la Auxiliadora, que deleitó a los cientos de fieles que asistieron, con clásicos de la música sacra religiosa como Mozart, Vivaldi y Beethoven, entre otros.
La Eucaristía fue presidida por el Cardenal Arzobispo de Santiago, Mons. Celestino Aós y concelebrada por el Obispo Auxiliar, Mons. Alberto Lorenzelli, SDB; el Inspector de los Salesianos en Chile, padre Carlo Lira; el Rector del Santuario, padre Bernardo García y otros salesianos.
Durante la homilía, el Cardenal Aós recordó la historia del Santuario, sus inicios en 1857 con la colocación de la primera piedra y la toma de posesión de la Congregación en 1891. Explicó que “de la mano de María es como mejor se llega a Jesús y de la mano de Jesús es como mejor se vive”. Recordó las palabras de Don Bosco y precisó “sean siempre verdaderos devotos de María. Imitando sus virtudes experimentarán los dulces efectos de su bondad y amor”. Sean “devotos que la invocan, que le piden por sus necesidades, que le agradecen sus favores, que alaban sus virtudes, pero, sobre todo, devotos hijos que tratan de imitarla”, recalcó.
Durante la celebración se vivió un momento histórico cuando la Canciller de la Arquidiócesis, Francisca San Martín, leyó el decreto en el que se reconoce el templo de María Auxiliadora como Santuario, después de 130 años de su entrega a la administración de los Salesianos.
Se procedió así, a firmar el acta y a continuación el padre Bernardo García realizó su profesión de fe y fidelidad como Rector del santuario por un período de tres años.
Las ofrendas presentadas al altar fueron una estola, las Constituciones de las Hijas de María Auxiliadora y el óleo de los enfermos, como signos del ministerio sacerdotal, de los 135 años de la llegada de las primeras FMA a Chile; y de la presencia sanadora y consoladora de Dios entre quienes sufren.
El nuevo Rector del Santuario dirigió unas palabras de agradecimiento: “Estoy emocionado. Gracias a cada uno de los movimientos y grupos de la Familia Salesiana. Este tiene que ser un santuario con sus puertas abiertas, que siempre tenga un corazón grande para recibir, pueda levantar y también animar en la fe y en la vida. Gracias por este hermoso momento”.
Por su parte, el Inspector, padre Carlo Lira, se sumó a las palabras de agradecimiento y agregó: “Para nosotros, difundir el amor a la Virgen es parte de nuestra identidad. El compromiso de todos nosotros es que nuestra devoción no puede quedarse en la intimidad, sino que tiene que transformarse en vida. Ojalá estemos a la altura del desafío al asumir la responsabilidad para que sea un santuario de vida, y poder difundir la confianza, la fe, la esperanza y el amor”.
Las Hijas de María Auxiliadora se hicieron presentes a través de las palabras de su Provincial, Sor Ximena Oyarzo, quien agradeció el hecho de “poder decirle a Ella que estamos contentos de estar en su casa, para pedirle y darle gracias. Humildemente le doy gracias al Señor porque somos sus hijas”.
La Fiesta concluyó con la consagración a María Auxiliadora, momento en que el Cardenal Aós se arrodilló y oró por una Iglesia profética que sepa poner a Jesús en el centro. “Haz que evitemos toda psicología de élite, todo elitismo y clericalismo y ayúdanos a crear las condiciones y las dinámicas eclesiales para que cada persona, en la situación que se encuentre, pueda descubrir al que vive y nos espera en Galilea”, rezó el arzobispo.
Más de un centenar de personas se conectaron a las redes sociales del Santuario de María Auxiliadora y de los Salesianos Chile. Entre los comentarios se leen:
“Viva la iglesia Católica y gracias a Dios por bendecirnos con el Santuario María Auxiliadora”.
“Sigamos trabajando y cultivando en nuestra vida ese empeño permanente de seguir los pasos de María Virgen, para ser desde lo cotidiano esos Auxiliadora con la Auxiliadora”.
Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile
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