Vaticano - “Un hombre sabio, bueno, trabajador; un apóstol del confesionario”: el Papa Francisco recuerda a don Enrico Pozzoli

29 Agosto 2022
Foto: © Servizio Fotografico Vatican Media

(ANS - Ciudad del Vaticano) - Al recibir el pasado 26 de agosto en la Sala Clementina en el Vaticano, a los representantes de la comunidad eclesial y civil de la ciudad de Lodi, el Papa Francisco compartió los motivos de su cercanía a ese territorio italiano y a su gente, en primer lugar debido al bautismo que recibió de las manos del salesiano don Enrico Pozzoli, nacido en dicha ciudad.

En la audiencia del Papa Francisco estaban presentes sacerdotes, consagradas, seminaristas y laicos, delegados sinodales y representantes de parroquias y asociaciones, junto al obispo emérito, voluntarios y comunicadores, encabezados por el obispo monseñor Maurizio Malvestiti, que dirigió al Papa a Saludo en nombre de toda la diócesis.

Durante la audiencia, el Santo Padre recordó su vínculo "bautismal" con Lodi, afirmando que tiene casi un "parentesco" con esta ciudad, para luego relatar su experiencia personal.

"Como saben, el sacerdote que me bautizó, el padre Enrico Pozzoli, quien me ayudó a ingresar en la Compañía y me siguió toda mi vida, es un hijo de vuestra tierra, nacido en Senna Lodigiana, en “La Bassa”, cerca del río Po -explicó el Papa Francisco-. Atraído por el carisma de Don Bosco, partió siendo joven hacia Turín y habiéndose convertido en salesiano fue enviado inmediatamente a Argentina, donde permaneció toda su vida. Se hizo amigo de mis padres y también los ayudó a aceptar mi llamado al sacerdocio. Me alegré cuando un buen compatriota vuestro aquí presente, recopiló documentos y noticias sobre él y escribió su biografía. La recibí enseguida, por supuesto, pero hoy la recibo por así decirlo, en forma oficial y con emoción, porque me la traen ustedes, amigos de Senna Lodigiana, conciudadanos de don Pozzoli, ¡quien fue un verdadero salesiano!

Un hombre sabio, bueno, trabajador; apóstol del confesionario -no se cansaba de confesar-, misericordioso, capaz de escuchar y de dar buenos consejos. ¡Gracias con el corazón! Por eso digo que estamos un poco emparentados, pero no por la sangre, no, el hilo que nos une es mucho más fuerte y más sagrado porque es el del Bautismo”, añadió el Santo Padre.

Durante su discurso, durante el cual no dejó de recordar la cercanía de la Iglesia a los migrantes y la tragedia de la pandemia, el Papa Francisco también se detuvo en otro aspecto importante: el de la evangelización. Recordando de nuevo a Don Pozzoli, el Santo Padre afirmó que "la evangelización se hace esencialmente con la santidad de la vida, testimoniando el amor en los hechos y en la verdad" y que, ante un mundo cambiante, "es necesario buscar nuevos caminos, nuevos métodos, nuevos lenguajes, pero el camino principal -observa- sigue siendo el mismo: el del testimonio, el de una vida modelada por el Evangelio".

El Papa concluyó exhortando a la comunidad de Lodi a “continuar el camino, fieles a sus raíces y abiertos al mundo, con la sabiduría y la paciencia de los campesinos y la creatividad de los artesanos; comprometida en el cuidado de los pobres y en el cuidado de la tierra que Dios nos ha encomendado”.

InfoANS

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