Muchos quisieron estar presentes en esta ocasión, tanto con motivo de la inauguración y la fiesta salesiana, como para ver, estrechar las manos e intercambiar unas palabras con el mítico delantero. Por parte de los salesianos estaba también el padre Carlos Pérez Godoy, Consejero para la Región Mediterránea en Visita Extraordinaria a la Inspectoría "San Marco" de Italia Nordeste (INE).
La nueva cancha cuenta con césped sintético en plástico reciclable e iluminación a LED. Para hacerlo realidad intervinieron los que Baggio llamó "los héroes modernos", empresarios privados que han decidido tomarse sus responsabilidades y la administración municipal.
La inauguración, organizada por el Centro Deportivo Juvenil Salesiano "Concordia Calcio" con el instituto salesiano "Don Bosco" de Schio, se enmarca en las celebraciones del 120 aniversario del instituto, que mañana, 27 de octubre, apagará 121 velitas.
“Lo que se inauguró no es un contenedor vacío, sino un lugar donde los jóvenes están en el centro, para que en esta casa descubran sus talentos más ocultos”, dijo en la ocasión el Primer Ciudadano.
Una fiesta dentro de la celebración que el director del centro, el padre Enrico Gaetan, quiso definir como “la realización de un sueño acariciado durante años, del que Roberto Baggio fue la cereza en el pastel. Nuestro objetivo es ofrecer a los jóvenes un espacio cada vez más al alcance para su formación y crecimiento. El campo de fútbol es el primer paso de un proyecto más grande. La escuela ya está terminada y el oratorio lo estará en la próxima primavera”.
Nadie esperaba tal participación, ni siquiera el presidente de la sociedad, Andrea Perezzan, quien también moderó el evento. Los ojos del campeón brillaron: “Me emocioné entrando al campo porque quería jugar. Si tan solo tuviera otras rodillas...", confesó, con un poco de nostalgia por sus 22 años de carrera jugados al más alto nivel.
Uno de los momentos más destacados fue la lectura que hicieron los jóvenes y los pequeños de la guardería, que también cuenta con 90 jugadoras, es la carta que Baggio dirigió a los jóvenes hace unos años.
A las preguntas de los chicos, el campeón respondió con mucha humildad. “La verdadera belleza es sentir alegría en lo que uno hace. Sentir el placer de jugar porque el fútbol es algo maravilloso. Es importante sentirse un privilegiado al hacer deporte, porque muchos no pueden hacerlo”.
“Uno no puede pensar en poder alcanzar las metas -subrayó nuevamente- si no se pasa también por los fracasos. La pasión, la perseverancia y la determinación marcan la diferencia. Debemos aprender de los sacrificios y los fracasos. Yo fallé en un penal que nos hizo perder el Mundial…”.
Tras el corte de la cinta, se develó la placa para la memoria futura, bendecida por el padre Pérez Goody. A continuación, la fiesta continuó con el partido inaugural, la presentación de los equipos en el edificio, el brindis y un momento informal de saludos e intercambios con el invitado de honor.
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