En la celebración participaron unas 400 personas de varios grupos de la Familia Salesiana del área de Nueva York: numerosos miembros de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), así como de las Hijas de María Auxiliadora (FMA) y salesianos cooperadores, sin olvidar a otros seguidores y amigos de la obra de Don Bosco que también han venido desde más lejos.
Desde el comienzo de la Misa, el padre Ángel fascinó a los presentes con su estilo cálido y fraterno, y al mismo tiempo la comunidad parroquial sedujo al 10º Sucesor de Don Bosco con su vivacidad, su presencia juvenil y la diversidad de las culturas representadas, manifestada también con una liturgia multilingüe.
Durante la celebración, el Rector Mayor dijo que en Estados Unidos de Norte América ha encontrado un carisma salesiano vivo y saludable, del cual la parroquia de Port Chester era sólo la última expresión. Animó a todos a ir a verlo a Turín y a rezar en Valdocco, en la basílica de María Auxiliadora, donde se encuentran los restos de Don Bosco. Y dijo que él mismo siempre le pide al Santo Fundador que lo ayude a cuidar a su Familia Salesiana.
Hablando de sus viajes, recordó que estuvo en más de 100 países en los últimos siete años y que vio a todos los grupos de la Familia Salesiana. De esta manera pudo apreciar cuántos milagros que se realizan en las casas salesianas: los milagros de vidas transformadas y salvadas. Y de sus viajes aprendió también a apreciar la diversidad de la comunidad cristiana en el mundo, pluralidad que ha estado presente en la vida de la Iglesia desde sus comienzos.
El Rector Mayor luego propuso el llamamiento que hizo el Santo Padre a los cristianos para que despierten al mundo. “Empecemos por donde estamos. A través de nuestro carisma salesiano, despertamos a los cristianos aburridos comunicándoles fe y bondad. Abramos nuestras puertas a todos. Esta parroquia es un lugar cálido porque el corazón de su gente es grande”.
Concluyó su homilía deseando a la Familia Salesiana una fe viva que la sustente y la edifique. “Somos una Familia Salesiana que transmite la alegría del Resucitado y de nuestra cercanía a Don Bosco”.
Al final de la Misa, la comunidad parroquial entregó una generosa donación al Rector Mayor destinada a las misiones salesianas en el mundo y luego lo invitó a una velada de fraternidad y ágape. En la ocasión, el 10º Sucesor de Don Bosco ofreció el pensamiento de las "buenas noches" salesianas, recordando los orígenes de esta tradición, iniciada por el Santo de los Jóvenes en Valdocco, y destacando su característica intimidad y recogimiento.
También recordó a todos la gracia que están experimentando: poder compartir el espíritu de familia salesiana; algo que sólo se aprende viviéndolo y no a través de discursos sofisticados. Concluyó observando que la Familia Salesiana es la familia religiosa más numerosa de la Iglesia católica, lo que conlleva una gran responsabilidad hacia la Iglesia, los jóvenes y los pobres. “Les quiero mucho y los llevo a todos en mi corazón”, concluyó el Rector Mayor.
https://www.infoans.org/es/component/k2/item/16725#sigProId72354796da
