“El terremoto se sintió muy fuerte y durante mucho tiempo”, explica el padre Alejandro León, Superior de la Inspectoría Salesiana de Oriente Medio (MOR), desde Kafroun, cerca de Homs y en la frontera con el Líbano. La primera información que ha recibido desde Alepo, una de las zonas más afectadas, informa que: “nuestras obras han sufrido daños menores por grietas y algunos cristales rotos, pero tanto los salesianos como las personas que asistimos en las inmediaciones están bien a pesar del remezón".
Cuando sintieron el fuerte movimiento telúrico, “algunas familias se refugiaron en nuestra casa de Alepo –continúa–. Llegaron solo con la ropa que tenían puesta y les proporcionamos ropa de abrigo y comida. Sus casas no están en buenas condiciones por culpa de la guerra y con nosotros se sienten más seguros", añade el Inspector León.
Cientos de edificios se derrumbaron, en muchos casos sepultando a las personas que dormían allí. Las cifras provisionales, que siguen aumentando, hablan de más de 1.500 muertos solo en Siria, centenares de desaparecidos bajo los escombros y miles de heridos.
Los misioneros salesianos de Alepo, que están al servicio de la población desde el inicio de la guerra, han decidido asistir y ayudar a los damnificados del terremoto que en estas horas acuden a ellos. “Todavía no sabemos cómo nos organizaremos, pero entre el frío, la nieve y la situación de muchos edificios después de casi 12 años de guerra, la población necesita ayuda urgente”, dicen.
“Sabemos que hay muchos muertos y que muchos edificios se han derrumbado, por lo que dentro de los límites de nuestras posibilidades ofreceremos albergue, acompañamiento y ayuda de emergencia, con todas las necesidades básicas que podamos ofrecer en estos primeros momentos”, añade el padre León.
Incluso el Papa Francisco tuiteó su mensaje de condolencia: “Estoy profundamente entristecido por las numerosas vidas humanas perdidas a causa del terremoto en #Turquía y #Siria. Encomendando a la misericordia del Señor a cuantos han muerto, rezo por todos los que participan en las operaciones de rescate”.
Entre las voces que se han alzado para expresar su dolor se encuentra también la del cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid que, tras conocer la terrible noticia, ha asegurado que rezará "por el eterno descanso de los difuntos y por la pronta recuperación de los heridos, confiando en que la comunidad internacional sabrá estar cerca de un pueblo tan duramente castigado".
Fuente: Religión Digital
