“El terremoto en Myanmar ha causado una devastación generalizada, especialmente en la ciudad de Mandalay, donde muchos edificios quedaron reducidos a escombros. También el puente de Sagaing ha resultado gravemente dañado”, explicó el padre Edwar Sein, uno de los misioneros salesianos en el país.
La comunidad de Mandalay ha sido gravemente afectada por el terremoto. La capilla ha quedado seriamente dañada y “lamentablemente dos de los fieles presentes resultaron heridos”, añadió el padre Sein. Además, el Centro para niños de la calle también ha sufrido graves daños. “El techo y las paredes se derrumbaron y al menos uno de los niños resultó herido”, explicó el misionero salesiano.
Desde “Misiones Salesianas”, la Procura Misionera Salesiana de Madrid, informan que están en contacto con las comunidades salesianas de Myanmar para evaluar los daños del sismo y enviar ayuda lo antes posible.
Según los expertos, el terremoto de magnitud 7,7 en la escala de Richter ha sido uno de los más fuertes que ha golpeado la zona. El sismo agrava, además, una situación ya de por sí particularmente difícil, dado que Myanmar es también uno de los países más pobres del continente asiático y que desde 2021 enfrenta una grave crisis política. Esta incertidumbre, unida a la falta de recursos, hace aún más complicada la gestión de esta emergencia. La junta militar, en cualquier caso, ya ha solicitado ayuda a la comunidad internacional.
“Pedimos humildemente que recen por nuestro pueblo en este momento difícil – prosigue el padre Sein – Estamos seguros de que la recuperación necesitará mucha ayuda y solidaridad de parte del mundo entero”.
Los salesianos presentes en Myanmar aseguran que seguirán comprometidos con la población afectada y que estarán al lado de las personas más vulnerables. A pesar de los disturbios políticos y de esta devastadora catástrofe natural, no dejarán de atender a los niños, los jóvenes y las familias, y tendrán como prioridad brindarles nuevas oportunidades.