El encuentro, que se abrió con el himno bizantino “Akathistos”, en la iglesia parroquial salesiana de Castel Gandolfo, contó con la intervención de la hermana Alessandra Smerilli, HMA, secretaria del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, sobre el legado y el futuro de la Laudato Si’.
Uno de los momentos más destacados fue luego la intervención de la profesora Carmody Grey, quien subrayó cómo la conversión ecológica no es opcional, sino parte integrante del discipulado cristiano. Subrayó la necesidad de una renovación en tres niveles –conciencia personal, estructuras eclesiales y sistemas sociales– advirtiendo que los cambios en el estilo de vida por sí solos no son suficientes sin una reforma sistémica.
Las discusiones también exploraron el papel de la espiritualidad, de la comunidad y de la colaboración ecuménica. Las contribuciones de Porticus, del Servicio Jesuita para los Refugiados y de otras redes católicas mostraron cómo las iniciativas ecológicas conectan las realidades de base con el compromiso a nivel europeo y global. Al mismo tiempo, los participantes subrayaron algunos desafíos, como las reacciones políticas negativas, la duplicación de los esfuerzos y el riesgo de reducir la Laudato Si’ a soluciones técnicas.
El encuentro concluyó con un fuerte llamado a promover el diálogo, reforzar la coordinación y renovar la esperanza, en particular escuchando la vitalidad de las comunidades del Sur del mundo. Los participantes se comprometieron a proseguir el camino de la ecología integral, convencidos de que el cuidado de la Creación está en el centro de la misión de la Iglesia de hoy.
