Mucha gente ha quedado sin nada y es por ello que piden apoyo urgente: arroz, alimentos enlatados, agua potable, hojas de té, leche en polvo, artículos de higiene, ropa, alimentos para bebés... son las necesidades después estos desastres.
Varias organizaciones que trabajan en estrecha colaboración con los salesianos en Sri Lanka - tales como la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos (CMR) - han pedido a los Salesianos poder apoyarlos y proporcionarles alivio en las necesidades.
En las regiones más afectadas los salesianos tienen dos obras y una de ellas sufrió graves daños. Colapsaron los muros exteriores de la obra.
En esta situación de extrema necesidad los salesianos han decidido intervenir apoyando la población afectada. En la casa Inspectorial de Dungalpityia, establecieron un centro de apoyo, y de rescate bajo la supervisión del Ecónomo Inspectorial P. Elson Barretto, quien coordina toda la operación de socorro.
Este centro está preparado, con el apoyo de la Armada de Sri Lanka, para realizar actividades de socorro y de urgencia. También se preparan para la fase del reasentamiento de los desplazados, y se encuentran en busca de colchones, mosquiteros, utensilios de cocina, alimentos, baterías, botiquín de primeros auxilios, productos de higiene, medicamentos... Todas esas cosas son necesarias ya que muchas familias han perdido absolutamente todo.
Los salesianos también están trabajando para asegurar que los maestros y estudiantes de las instituciones y de las sesiones de estudio de electrónica, hidráulicas, soldadura y la ingeniería están organizados en equipos de trabajo que ayudarán a reparar los daños causados por las inundaciones.
Por esta razón la Inspectoría Salesiana hizo un llamado a todos los apoyan la obra de “Don Bosco”, “ayudar a ayudar” a la población que sufre por este desastre, y la promesa de una gestión profesional y detallada entregue toda la ayuda recibida.
“Ayúdennos, por favor, para lograr que en este momento de crisis, podamos ayudar a aquellos que necesitan desesperadamente”, concluyó el P. Joseph Almeida, Inspector de Sri Lanka (LKC).
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