Desde los primeros saludos en el aeropuerto hasta los últimos minutos de despedida se vivió un clima de fraternidad y espiritualidad juvenil, en el encuentro de culturas distintas.

La vetusta y encantadora “Habana Vieja” fue testigo de la primera jornada con un rally que hizo recorrer a los muchachos por sitios históricos de la ciudad y por el balneario Varadero que son unos 22 km de mar de incomparable azul a los pies de los jóvenes que no desaprovecharon la oportunidad de saludar la naturaleza cubana.

Uno de los acontecimientos más hermosos y de profundo testimonio fue acompañar al salesiano Carlos Luis Fernández Hernández en su Ordenación Sacerdotal, en la Parroquia San Juan Bosco de la Víbora.

 “Dios siempre se las arregla para sorprendernos – manifestaba Lilian Ramón animadora - antes de esta experiencia creía que había visto todo en actividades de Pastoral Juvenil, pero ‘Felices con Don Bosco’ cambió esa percepción. Estoy agradecida a Dios, a la Virgen y a Don Bosco”.

Esta experiencia nos permitió a jóvenes y Salesianos presentes, reflexionar sobre la Familia como núcleo de fe, y la experiencia de Familia que vivimos al interior de nuestra espiritualidad. Fue una oportunidad para compartir nuestras culturas, conocer la historia. Fue ocasión para compartir nuestras Culturas, en las expresiones artísticas y gastronomías.

La vida es más que una reunión de amigos, es en nuestra cotidianidad donde se reafirman los valores. Será en la casa, en la escuela, en el Oratorio, en la parroquia, donde estos jóvenes proyecten la riqueza de este encuentro. Será la mejor oportunidad para testimoniar que valió la pena el sacrificio de muchos, el cruzar el Caribe o atravesar la Isla de Cuba, los desvelos y desventuras.

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