“La visibilidad y la credibilidad de nuestra vida consagrada ha disminuido. Es una debilidad y también un desafío permanente que se afronta con fe y coraje. Los más de 400 novicios que cada año inician la vida salesiana son un regalo que confirman que nuestra Congregación no ha perdido su fidelidad”, expresó el Rector Mayor.
Hay que decir que las tareas confiadas por el 27º Capítulo General: “Pertenecer más a Dios, a los hermanos, a los jóvenes”, son tareas que han sido asumidas.
La Congregación sigue siendo una Congregación misionera en contextos en los que está presente y en donde el cristianismo es una minoría, en contextos islámicos o budistas, por ejemplo, o donde hay una presencia establecida, como es el caso de la Amazonía. En la Amazonía hay 47 comunidades y 245 hermanos salesianos. Esta vocación misionera solo puede crecer en la voluntad de solidaridad entre las Inspectorías, con el intercambio de hermanos.
“Como Salesianos seguimos siendo educadores y evangelizadores de los jóvenes": privilegiamos la evangelización, prestamos más atención al acompañamiento, involucramos a las familias.
“Como Congregación nos sentimos parte activa de la Iglesia, en unión con el Papa Francisco, siempre dispuestos a aceptar sus indicaciones como se ha destacado en los recientes Sínodos sobre la familia y los jóvenes”.
Son muchos y numerosos los compromisos en los que el fenómeno de la migración o la realidad de los refugiados y migrantes es fuerte.
Todo esto adquiere más consistencia, porque los Salesianos animan cada vez más comunidades educativas con los laicos y otros miembros de la Familia Salesiana.
No faltan los desafíos y los llamados.
En primer lugar, el de la formación, para reforzar y dar mayor identidad carismática salesiana a los años de formación inicial, sin olvidar las siguientes etapas.
Es necesario seguir recogiendo el llamado de los jóvenes, que piden ante todo presencia y acompañamiento: “Camina con nosotros, necesitamos tu presencia”, ha recordado el Rector Mayor, las palabras de los jóvenes.
Debemos seguir acompañando a los que se dedican a tareas de gobierno, en primer lugar, a los Inspectores y a sus Vicarios.
El Rector Mayor ofreció palabras de aliento para continuar en la fidelidad, incluso en los momentos difíciles de sufrimiento. La Congregación – ha manifestado – se encuentra más purificada, más robusta, más serena.
Nuestra institución es una Congregación que crece continuamente incluso en la solidaridad económica, sobre todo para hacer frente a las numerosas situaciones de dificultad para vivir lo ordinario y para contribuir con los gastos de la formación. La providencia y muchos benefactores no nos faltan.
Los jóvenes más pobres, compartir la misión con los laicos, estar activamente presentes en la realidad digital, son otros de los retos que debe estudiar el CG28.
El estudio del Informe del Rector Mayor continuará en los próximos días con momentos de reflexión, oración, diálogos en grupos regionales.
