¡Preséntate, Molsom!
Soy el padre Hubert Uttam Molsom y vengo de la Inspectoría Salesiana de India-Guwahati. Hasta ahora he estado en la casa “Hubert D’Rosario – Instituto Misionero” de Sirajuli.
¿Qué te inspiró en la decisión de convertirte en misionero?
He sentido el deseo de vivir con mayor intensidad el espíritu de la Familia Salesiana y de abrazarlo de un modo más internacional, atravesando muchas culturas, lenguas y amor, y de vivir este espíritu de familia de forma más radical, ofreciéndome a mí mismo para las misiones.
¿Estás feliz con el destino que te ha sido asignado? ¿Tienes temores o preocupaciones respecto al nuevo lugar, la cultura o las personas?
Sabiendo que cada comunidad salesiana es como una familia, tanto a nivel local como internacional, estoy feliz de ir a vivir a otra comunidad salesiana. También sé que Sudáfrica ha atravesado el período del apartheid y que la independencia se obtuvo relativamente hace poco, con el paso a un gobierno local. Puedo ser un bálsamo y un elemento de reconciliación entre las comunidades.
¿Cómo reaccionaron tus familiares, amigos y tus hermanos salesianos cuando les hablaste de tu vocación misionera?
Mis familiares están muy felices de saber que estoy partiendo: el primer misionero salesiano tripuri en Sudáfrica es una novedad absoluta.
¿Cuáles son tus proyectos y sueños para tu vida misionera?
Mi proyecto es ir a compartir mi amor misionero salesiano por los jóvenes pobres y en dificultad junto a mis hermanos de Sudáfrica. Sueño con ir a difundir y vivir esta amabilidad salesiana con quienes están más necesitados y abandonados.
¿Tienes en mente algún modelo de gran misionero cuyo estilo y vida quisieras seguir?
¡Sí! En mi inspectoría de origen tenemos muchos pioneros valientes, como: el siervo de Dios monseñor Stefano Ferrando, el obispo Oreste Marengo, el padre Costantino Vendrame, el padre Pavioti y muchos otros.
¿Cómo vives la experiencia del curso misionero (Corso Germoglio) y la participación en esta centésima quincuagésima sexta Expedición Misionera?
Doy gracias a Dios por ser elegido, desde el noreste de la India y desde una pequeña comunidad de Tripura, la comunidad Halam, como miembro de la 156° Expedición Misionera. El curso ha sido excelente y los programas estuvieron bien organizados y respetados. Todo se desarrolló en un lugar simbólico, el de los orígenes de la Congregación Salesiana y del contexto cultural, que para mí personalmente significa revivir y redescubrir los orígenes de la Congregación.
¿Cuál es tu mensaje para los jóvenes respecto a la elección misionera y la vocación?
Mi mensaje para los jóvenes y los aspirantes misioneros es este: si desean vivir una vida feliz y plena, únanse al estilo de vida salesiano y disfruten de esta vida en abundancia. ¡Nunca se arrepentirán!
