¿Qué te hace feliz como Coadjutor Salesiano?
Doy gracias a Dios por haber dado a la Iglesia a Don Bosco. A su vez, debo agradecer a Don Bosco por la vocación del Salesiano Coadjutor. Con mi personalidad, mis talentos y mis limitaciones, siento que puedo servir a Dios a través de ello. Sirviendo en la condición Salesiana laico, siento que es mi vocación y contribuyo al plan de Dios. Así que, para responder a la pregunta, debo decir que me hace feliz, la alegría de saber que estoy haciendo la voluntad de Dios.
¿Quién es tu modelo de Salesiano Coadjutor?
Habiendo comenzado como aspirante a los 13 años, conocí a muchos hermanos y cada uno de ellos tenía buenas cualidades. Cada uno de ellos me ha dejado algo: uno porque siempre se ha dedicado a jóvenes inmigrantes pobres, otro porque siempre estuvo al alcance de todos, otro porque tenía un talento para el trabajo técnico, y este otro porque a pesar de estar siempre ocupado nunca le faltó la oración comunitaria...
¿Cuál es la contribución específica del Salesiano Coadjutor al trabajo misionero en África?
Los salesianos laicos en Etiopía se ocupan de la administración de las obras, la educación técnico-profesional y la dirección de las escuelas. Además, la presencia salesiana en Etiopía se basa en los Salesianos Laicos. Los tres primeros pioneros fueron: un sacerdote y dos Salesianos Coadjutores.
¿Cómo podemos hacer más visible la vocación del Salesiano Coadjutor en la Iglesia?
Es un desafío. Pero creo que es necesario informar sobre nuestra vocación entre nuestros estudiantes y colaboradores laicos. Esto es absolutamente necesario.
¿Qué es lo que apoya y motiva tu vocación?
Mi relación personal con el Señor. Las oraciones de la comunidad me ayudan a que sea consistente, pero solo la meditación personal y la adoración al Señor fortalecen mi relación con Dios, de la cual extrae su savia mi propia vocación.
¿Tienes alguna sugerencia para el VII Congreso de Salesianos Coadjutores Asia Este-Oceanía?
Don Bosco decía: “Camina con los pies en la tierra, pero teniendo la mirada y el corazón en el cielo”. Creo que esta es la razón de ser de los Salesianos Coadjutores. Esta es la identidad y cómo debemos ser reconocidos. Caminamos en la vida, pero entregamos nuestro corazón a Cristo. Y otro consejo se refiere a la seriedad de la formación: uno no debe olvidar los años de la formación específica antes de realizar la Profesión Perpetua.
Fuente: AustraLasia
