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Hungría – Padre Havasi, un padre para los salesianos jóvenes que entraron en la Congregación después de 1991

11 Julio 2019

(ANS - Budapest) - Ha pasado poco más de un mes desde que una destacada figura entre los Salesianos de Hungría, Padre József Havasi, dejó esta tierra. En esta entrevista, el Secretario de la Inspectoría de Hungría “San Esteban Rey”, Sr. Geza Nadudvari, SDB, recuerda los rasgos fundamentales y su especial visión clara de la vida.

A pesar de sus 90 años, la muerte de Don Havasi fue inesperada, ¿es verdad?

Leí con lágrimas en los ojos la hermosa carta del Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, en la que dice que el P. Havasi estaba tan lleno de energía y deseo de trabajar que podría haber vivido por lo menos otros 10 años. Nadie se lo esperaba. Incluso en el hospital, donde iba a verlo tres veces al día, todo el mundo podía hablar con él con alegría y bromear con él. Estuvo muy lúcido hasta el final, siempre estuvo activo y no soportaba que lo dejaran sin nada que hacer.

¿Qué recuerdas cuando conociste a Don Havasi?

A principios de los años 90, toda la Inspectoría tuvo que ser reconstruida a partir de las ruinas en las que 40 años de comunismo la habían arruinado. El P. Havasi era muy amable y decidido, era un guía muy bueno. No se preocupó por las críticas, era fuerte en espíritu y con una gran voluntad de empezar de nuevo. Sobre todo, fue un verdadero padre para todos los jóvenes salesianos que entramos en la Congregación después de 1991. Era conocido por ser un hombre de pensamiento riguroso y rápido, con una visión clara.

¿Se puede decir que el P. Havasi fue también de alguna manera un precursor del Proyecto Europeo?

El Proyecto Europa fue lanzado durante el Capítulo General 26 de 2008. Pero había pedido a todas las comunidades y a los laicos que rezaran por los misioneros que llegaban el 2004. Después de una década llena de nuevas vocaciones, la Inspectoría se estancó el año 2000. Fue un gran regalo para nosotros el Proyecto Europa, gracias al cual llegaron 6 misioneros a la vez. Al principio, el P. Havasi temía la acogida por parte de los ancianos húngaros, pero ese temor desapareció porque los salesianos ancianos resultaron ser los más entusiastas, enseñando a los misioneros el idioma e introduciéndolos en nuestra cultura. Además, a medida que comenzamos a rezar más, nuestros jóvenes vieron realmente lo que es el Espíritu Salesiano, empezaron a llegar nuevas vocaciones. Continuamos recibiendo nuevos misioneros, por lo que el P. Havasi pudo fortalecer con ellos a todas las comunidades de la Inspectoría.

Fuente: AustraLasia

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