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Japón – “No te dejo herencia, pero te doy la fe”: Entrevista al exalumno salesiano Mitsuhiro Tateishi

20 Diciembre 2019

(ANS – Tokio) – En Japón la población de cristianos apenas llega al uno por ciento. Sin embargo, esta religión ha dejado una profunda huella en la historia del país, especialmente en Nagasaki, donde fueron perseguidos y dieron lugar a lo que hoy llamamos “cristianos en clandestinidad o cristianos ocultos”. Durante la reciente visita del Papa Francisco a Japón, un exalumno Salesiano, miembro de la Editorial salesiana Don Bosco Press y del equipo de comunicación social de la Inspectoría de Japón, descendiente de los “cristianos clandestinos”, que conservaron la fe durante los últimos 470 años, concedió una breve entrevista.

¿Quién es Mitsuhiro?

Mi nombre es Mitsuhiro Tateishi. Soy descendiente de los cristianos clandestinos. Trabajo para la Oficina de comunicación social salesiana y para la editorial salesiana Don Bosco Press en Tokio. Mi padre nació en la isla de Ikitsuki de la prefectura de Nagasaki. Todavía hay muchos cristianos en clandestinidad en esta isla. Mis ancestros fueron bautizados hace 470 años cuando San Francisco llegó a Japón.

Durante la era Edo, los Shogun prohibieron a los cristianos y expulsaron a los extranjeros de Japón. Varios miles de cristianos fueron asesinados.

Mi familia eligió la manera de sobrevivir, para poder mantener una fe verdadera a los descendientes. No tuvieron sacerdotes durante 250 años, pero los cristianos mantuvieron su fe secretamente.

¿Cómo transmitieron los cristianos la fe?

Mis ancestros se escondieron en la isla Kuroshima, lejos de la ciudad de Nagasaki. A finales del siglo XIX, en la época Meiji, se permitió a la gente creer en el cristianismo. En ese tiempo, mi bisabuelo fue enviado de Kuroshima a la isla Ikitsuki para reconstruir la Iglesia.

Fue muy difícil hacer que los cristianos clandestinos regresaran a la Iglesia Católica. La jerarquía en el período Edo eran estaba constituida así: samurái, granjeros, ingenieros, mercaderes, parias y cristianos.  Los cristianos fueron muy discriminados y pobres.

Los cristianos se ayudaban entre ellos y practicaban las enseñanzas del amor de Jesús. Por ejemplo, los líderes cristianos servían a los pobres, por eso, la gente respetaba a los líderes y creían en el cristianismo.

Esta primavera, visité por primera vez en treinta años la isla de Ikitsuki, el pueblo de mi padre. Desde nuestra casa, podíamos ver la iglesia católica y a lo lejos pudimos ver la pequeña isla donde muchos cristianos fueron martirizados. La gente todavía aprecia la isla y la llaman la “Isla Santa”.

Mi padre me dijo muchas veces, “No te dejo herencia, pero te doy la fe”. Estoy muy agradecido con mis ancestros que superaron dificultades y nos heredaron la fe durante 470 años.

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