Ecuador – Fausto y David ofrecerán, a Dios y a los jóvenes, un “sí” para siempre

06 Febrero 2020

(ANS – Quito) – Tras varios años de formación y discernimiento, Fausto Siavichay y David de la Cruz tomaron la decisión de decir “sí” para siempre a Dios y al trabajo pastoral en favor de los jóvenes con el estilo de Don Bosco. Con la Profesión Perpetua, ellos se comprometen a llevar una vida casta, pobre y obediente en el servicio a la Congregación y a la Iglesia.

En el mes de la fiesta de Don Bosco, el Dios de la Vida bendice a la Inspectoría con la consagración definitiva de dos nuevos salesianos. La ceremonia religiosa se llevó a cabo el sábado 25 de enero y en la capilla de la Unidad Educativa Don Bosco La Tola.

Días antes de este acontecimiento, se conversó con Fausto y David para conocer el significado que tiene este acontecimiento en su camino de formación como religiosos. Además, al final de la entrevista dejaron un mensaje para que los jóvenes descubran el llamado de Dios en su corazón y opten por la vida consagrada.

¿Qué significado tiene hacer la Profesión Perpetua?

Fausto: Es un “sí” generoso que le hemos estado dando a Dios desde nuestra Primera Profesión, que cada año lo vamos renovando y ahora es un “sí” definitivo, después de haber hecho un proceso, un acompañamiento con nuestro confesor, director de casa y director espiritual. Todo esto nos ayuda a seguir tomando decisiones, discerniendo nuevas opciones y también viendo como nosotros vamos caminando.

David: Es un momento especial porque es una preparación que he venido realizando por más de diez años de formación; es dar un “sí” generoso que venías trabajando y es una respuesta primero a Dios, y desde ahí una invitación a vivir en comunidad, a trabajar con los jóvenes. Es prácticamente mi matrimonio eclesiástico, es una emoción y una serenidad por el trabajo que he venido realizando.

¿Qué le has pedido a Dios previo a la celebración?

Fausto: Durante todos los años de formación, nosotros siempre pedimos a Dios que nos ayude, nos ilumine y, sobre todo con la protección de María Auxiliadora, que nos vaya encaminando a lo que deseamos, a lo que nos hace feliz en esta opción. Le he pedido a Dios que me ayude a encontrar signos de vida, los cuales he encontrado en la comunidad y en los destinatarios; ellos me han ayudado mucho a decir “sí”. También, le pido que me siga cuidando, y que me dé nuevos signos para seguir evangelizando.

David: En todo este tiempo, le he pedido dos dones especiales: el primero es la transparencia. Es un don importante para mí porque al trabajar con jóvenes en el día a día, si no eres transparente puedes tener problemas y dificultades.

El segundo don es de la fidelidad, siguiendo el ejemplo de mis abuelos que estuvieron casados por casi ochenta años y verles felices hasta los últimos días de su vida, también pido a Dios que me dé ese don para estar feliz hasta lo último.

¿Qué frase o pasaje de la vida de Don Bosco ha guiado tu proceso formativo?

Fausto: Siempre me ha llamado la atención el hecho que Don Bosco está siempre con los chicos, acompañarlos y buscar nuevas soluciones, nuevos métodos para que ellos se sientan felices. Eso es lo que he tratado durante todos estos años, siempre darles ese ánimo a las personas y el hecho de acompañar es la clave para nosotros. Y algo que nos dejó Don Bosco es siempre estar con el sistema preventivo, pues nos permite ayudar y acompañar en todo momento.

David: Hay una frase que siempre repito a las personas: “No basta saber las cosas, es necesario practicarlas”, entonces es un lema de vida para mí porque es fácil decir qué hay que hacer, el problema es llevar ese ideal a la práctica, al día a día con acciones como ser amable, saludar a las personas o simplemente sonreír.

¿Por qué elegiste la frase “Anunciaré la Buena Noticia” (F) / “Escribe tu ley en mi corazón” (D) para tu Profesión Perpetua? 

Fausto: Siempre en la comunidad me dicen: “Tú siempre estás con las personas, siempre eres el que sacas una sonrisa a toda la gente”, y realmente yo comencé a buscar un pasaje que haga referencia a mi opción. Realmente uno debe ir anunciando la alegría del Evangelio.

David: La escogí por dos elementos: primero porque he sido orgulloso de un montón de cosas, el hecho de creer que puedo todo, entonces el corazón se vuelve cada día más orgulloso, en cambio la ley que quiero que esté en mí es la ley del Evangelio, que te pide ser más sensible, cercano, perdonar a los demás, y la ley que voy escribiendo es esta; pero cuesta y duele porque, en ocasiones, es contradictoria a tus deseos, a lo que tú quieres. La ley del Evangelio no se limita a dos o tres cosas que hay que cumplir, sino es un estilo para toda la vida.

Este “sí” para siempre que le vas a decir a Dios, ¿cómo lo llevarás a la práctica en tu apostolado?

Fausto: Este “sí” generoso es constante y realmente ayuda a fortalecer el caminar; creo que la comunidad te ayuda mucho a darte pistas para seguir caminando y seguir mejorando. Este “sí” es definitivo, pero hay que seguirlo construyendo cada día a través de la Eucaristía, del acompañamiento, del coloquio y la confesión.

David: Es seguir practicando lo que he venido practicando en los últimos diez años, a veces la gente me pregunta si haciendo los votos perpetuos van a cambiar cosas, yo les digo que no porque es decir públicamente lo que ya estás viviendo. Entonces es seguir siendo un aporte a mi comunidad y a mis hermanos, en el apostolado siempre tratar de dar una palabra y a mí me gusta mucho trabajar, porque soy muy poco de palabras. 

¿Te acuerdas como inició el sueño de ser Salesiano?

Fausto: Fue una bendición ir al voluntariado luego de estar en el Oratorio Don Bosco de Cuenca, ahí me animaron mucho hacer esta experiencia y me fui al Proyecto Salesiano Chicos de la Calle de Guayaquil. Ahí encontré el sentido de servir a los demás y eso me ayudó mucho a seguir formándome y buscando ayuda en todo momento.

David: Son tres hitos importantes: el primero a los 15 años cuando tenía una bronca grande con Dios porque tenía muchas dificultades a nivel familiar, a nivel económico y con mi padre que nunca estuvo presente en mi vida; siempre me quejaba de lo que me pasaba y me iba a retirar del colegio Don Bosco de La Tola. Uno de los milagros que pasó ahí fue que un egresado me ayudó a culminar mis estudios. Sentir que alguien me ayudaba de la nada, sin saber quién soy, fue un cambio profundo para comprender la vida.

El segundo fue irme de misiones, ver la realidad en donde la gente tenía dificultades más graves que las mías y que no se quejaba, que vivía feliz; entonces dejé de quejarme y agradecer por lo que tenía. Y el tercero, es el voluntariado donde conocí al padre Tarcisio Shakai (+) con quien trabajé en la Parroquia de Esmeraldas y fue mi impulso para ingresar al aspirantado.

¿Por qué no te arrepientes de ser Salesiano?

Fausto: Es una opción de vida que la he discernido cada día con la ayuda de Dios, a través de la Eucaristía, de los momentos de acompañamiento, uno opta por ayudar a los demás y uno va teniendo esa capacidad o va descubriendo en este camino para ir descifrando lo que Dios me pide. También ha sido fundamental el apoyo de mi familia.

David: Porque es una opción de amor, en esta opción hay cosas que duelen y no todo es color de rosa, entonces también hay momentos en que el amor no está; sin embargo, hay que ser constante. A mí me alegra tener dos hermanas que son casadas porque puedo hablar de esto con ellas, porque he visto que atraviesan dificultades y les digo por qué no te vas, y ellas me responden porque es una opción de amor, entonces tienes que sobrellevar las complicaciones que se presentan en el tiempo y aquí en la comunidad también tenemos situaciones que debemos sacar adelante. 

Un mensaje para los jóvenes que sienten inquietud por la vida consagrada…

Fausto: Primero que vayan conociendo la experiencia, que vayan viendo formas de ir trabajando con la gente, que vayan teniendo experiencias diarias, pero, sobre todo, dejarse acompañar o que descubran signos en cada momento. Siempre habrá miedos, pero Dios estará ahí presente para acompañar cuando se toma la decisión de seguir esta vida.

David: Primero yo les diría que a veces se piensa que ser religioso es solo para los que van a misa o son santitos, en mi caso no fue así. Es un llamado de Dios y Él llama a cualquiera con todos tus dones, pero también con todas tus falencias. Desde ese llamado, cada uno tiene la opción de seguir ese llamado.

También, es importante autoconocerse y tener a un acompañante espiritual, confesor que te ayude a discernir lo que Dios quiere para ti. Y por último hacer procesos, tomar decisiones basados en una emoción no es lo mejor, esto es como un noviazgo que si es bien hecho genera un matrimonio bien llevado. Igualmente, un discernimiento bien hecho es como un noviazgo bien hecho y ayuda a decidir con un corazón más sereno.

Fuente: Comunicación Ecuador

InfoANS

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