Los hisopos son insuficientes, se está difundiendo información errónea y muchos expertos han denunciado la falta de sanciones para quienes violan la cuarentena. Todo esto se suma a las declaraciones negacionistas del Presidente y de sus partidarios y a la minimización de los peligros por parte de los gobernadores de algunos estados.
El Amazonas, con su capital Manaus, ha sido identificada como una de las más afectadas. Por esta razón, algunos líderes de las aldeas yanomani han invitado a la gente a refugiarse en la selva del Amazonas para alejarse del riesgo de contagio, mientras que los miembros de la tribu Saterè Mawè han preparado infusiones a base de corteza de árbol, con propiedades antiinflamatorias, té, menta, mango, ajo y jengibre.
Además, los pueblos indígenas también se enfrentan a la deforestación, que no ha disminuido, de hecho aumentó en un 64% en abril en comparación con el mismo mes del año pasado.
La trágica situación es relatada en una carta de un profesor de São Gabriel da Cachoeira, difundida por el misionero salesiano P. Roberto Cappelletti:
"La llegada del Coronavirus a São Gabriel, el municipio más indígena del Brasil, tan grande como el norte de Italia, fue la más temida (...) Lamentablemente, no fue posible detener su avance: la gente continuó llegando ilegalmente, y estas personas inconscientes trajeron el virus a la tierra indígena. Cuando salió la noticia del primer caso positivo, muchos entendieron que la situación podía precipitarse, mientras que otros siguieron haciendo cola en las calles, frente a los bancos, para recibir la ayuda de emergencia del gobierno (...)
Como profesor y con el deseo en mi corazón de ponerme al servicio de mi pueblo y especialmente de las familias de mis alumnos, me puse a disposición para ir a las calles de São Gabriel y de los pueblos más lejanos para ayudar en una campaña de concienciación contra Covid-19. Y hasta el día de hoy siento que es una misión importante. En muchas aldeas no hay agua, ni posibilidad de distanciamiento social, y mucho menos de saneamiento o máscaras.
Lo que más nos hace bien por un lado, pero que también nos preocupa por otro, es el modo de vida de los pequeños, sus sonrisas, su falta de atención a la hora de lavarse... Ellos son así, nosotros somos así, somos indígenas, somos de esta tierra, y este virus nos lo han traído desde lejos y ahora tenemos miedo. Sabemos que tenemos las defensas inmunológicas bajas, que no tenemos ninguna posibilidad de encontrar una cama en el hospital... Dicen que será una masacre de muertes aquí, no quiero creerlo... No se olviden de nosotros, los indígenas, en tus oraciones".
Puede obtenerse más información en: www.missionidonbosco.org
