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Israele – Estudiar Teología siguiendo las huellas de Jesús: lo excepcional del Seminario Teológico Salesiano “Ratisbonne”
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08 Septiembre 2020

(ANS – Jerusalén) – El Studium Theologicum Salesianum es el campus universitario de la facultad de teología de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS), que tiene su sede central en Roma. En cambio desde el 2004, existe esta nueva sede en el interior del monasterio de Ratisbonne, en Jerusalén. Es una de las perlas de las casas de formación de la congregación salesiana. Así a la elevada calidad de los estudios que se ofrecen se puede añadir un elemento geográfico único en el mundo: su posición en el corazón de Tierra Santa.

El Seminario Teológico Salesiano ofrece un itinerario de estudios superiores en Teología de cuatro años, abierto sea a los estudiantes salesianos que a los de otras congregaciones, a los seminaristas y simples estudiosos. El campus puede hospedar a 40 alumnos internos y a un total de 70 alumnos provenientes desde todo el mundo, mientras en verano cuando los cursos terminan, se emplea como estructura de hospitalidad para los peregrinos que visitan Tierra Santa.

Entre los estudiantes de Rastibonne está Edwar Gobran, 31 años, originario de El Cairo, Egipto, estudiante en el tercer año de Teología: “Junto al itinerario de estudios - explica Gobran - realizo un servicio de apostolado con las personas que vienen a Cremisan y estoy frecuentando un curso de inglés. Venir a Tierra Santa para mi era un sueño, lo deseaba mucho. Una de las mayores riquezas de mi experiencia es vivir en una realidad abierta, donde se da valor al contexto interreligioso”.

La riqueza histórica, multicultural y multireligiosa de Tierra Santa es valorada de hecho por los responsables del instituto formativo salesiano. “En Ratisbonne, por ejemplo, son invitadas personalidades judías para que hablen sobre el hebraísmo y esto claramente es un valor adjunto” añade Gobran.

“Creo sea fundamental mantener la libertad de no cerrarse, los otros tienen mucho que decir y nosotros tenemos que aprender de ellos: es fundamental poder hablar para encontrar puentes y no barreras. Poder estudiar en Tierra Santa – concluye Edwar – es un elemento más, una riqueza de fe enorme, una gracia que siento que he recibido sin mérito alguno. En cambio en Cremisan tengo la posibilidad de dialogar con la naturaleza y la belleza, en un contexto que me hace sentir a gusto con las personas”.

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