Mientras el país todavía estaba con la nieve invernal y todo cubierto de blanco, hicimos un primer recorrido por el mercado y las calles del pueblo. Parecía que nadie nos veía, porque la gente estaba dentro de sus 'gers' (carpas) o casas y los niños estaban en la escuela.
Empezamos con una pelota. Fuimos a la escuela donde había niños, pidiendo permiso para jugar con los pequeños y el director de la escuela nos autorizó a hacerlo. Entramos con los globos y los paquetes de caramelos. Después de conocerlos y hacernos amigos de los jóvenes de Darkhan, nos convertimos en "niñeras" de algunos jóvenes de allí, ya que sus padres nos los confiaron para que estén seguros hasta que regresaran a sus casas.
Después de un tiempo los invitamos a nuestra casa, lo que significa que poco a poco se hicieron nuestros amigos en el patio, en la escuela y en el oratorio. De esta manera aprendieron el significado del oratorio como un lugar de oración y entretenimiento, y como hogar donde realmente pueden ser ellos mismos.
Ahora, después de 15 años, la misión para los jóvenes sigue en marcha, y aunque haya algunas dificultades, los salesianos ayudados por los Salesianos Cooperadores gestionan el oratorio diario, las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Aunque no tengamos un gimnasio, una sala o un lugar adecuado y cubierto para los juegos, nunca detuvimos el Oratorio diario para los jóvenes. (Se hizo una excepción, a partir del 15 de noviembre, de acuerdo con las restricciones impuestas por la pandemia Covid-19, ndr.)
No sé en cuántos lugares del mundo los salesianos dirigen un oratorio como en Darkhan. Dentro de los límites del sistema social de Mongolia y el clima extremo, hacemos todo lo posible para estar con los jóvenes: en el calor del verano (+ 30 ° C) o en el frío extremo del largo invierno (6 meses, entre -30 ° y - 40 ° C).
Con ese frío, las pelotas de básquet ni siquiera rebotan y generalmente no duran mucho. Pero los jóvenes vienen aquí todos los días con sus amigos, con sus sonrisas, con su alegría ...
Aquí en Mongolia ¡El solo hecho de estar junto a los jóvenes es una acción misionera significativa! A veces los salesianos queremos hacer muchas cosas, soñar en grande, ¡pero nuestra realidad no nos lo permite! Incluso a nuestros hermanos, a veces no les gusta la forma en que lo hacemos, ¡porque tienen la impresión de que no se está haciendo nada!
Pero si les preguntas a los jóvenes de Darkhan qué tipo de Salesianos necesitan… ¡Ellos te lo podrán decir!
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