Durante el encuentro, que reunió a unas 80 personas de diferentes países de las regiones salesianas Interamérica y América Cono Sur, se elaboró un mapa de las actividades existentes para planificar un cambio “verde” en esas regiones, y se aportaron las contribuciones de la DBGA para la futura implementación de proyectos ecológicos y sostenibles.
Los representantes de los OPD y de los CFP dejaron claro que el cambio climático, la contaminación atmosférica y el agotamiento de los recursos naturales son una realidad en los países representados y que es necesario actuar urgentemente. Los proyectos e iniciativas existentes han sido destacados en todas las provincias. Desde los estudios medioambientales hasta la formación para la instalación de paneles solares y los trabajos de sensibilización a través de los Eco Clubs, se han identificado toda una serie de proyectos diversificados.
Para la DBGA fue un momento importante ver que las diferentes Provincias, muchas de las cuales ya forman parte de la red, están asumiendo el reto. “Aunque todavía queda mucho por hacer, fue motivador observar que nuestros diferentes colaboradores están dispuestos a trabajar juntos para cuidar a nuestra casa común”, dijeron los gerentes de DBGA.
Parte del trabajo se centró en cómo los jóvenes se ven afectados mentalmente por la crisis ambiental y por qué la Familia Salesiana tiene la responsabilidad de responder a estos efectos negativos. La DBGA también habló del movimiento “Fridays for Future” (Viernes para el Futuro) y de los eventos juveniles mundiales para combatir el cambio climático, ofreciendo una indispensable perspectiva salesiana sobre estos temas. Centrarse en los jóvenes significa centrarse en un entorno seguro y sostenible. Muchas Provincias ya ofrecen el espacio y la orientación que los jóvenes necesitan para convertirse ellos mismos en protagonistas de este compromiso, por ejemplo, uniéndose a un "Eco Club" o a un "Grupo de Jardín". Cada pequeña acción es parte de la solución, que debe tener como objetivo involucrar a cada individuo y grupo social.
Y el último día de trabajo se creó un cartel en forma de flor con los deseos y las iniciativas de todos los participantes para llevar adelante el desafío ambiental en la Familia Salesiana.
Para concluir, el taller de Amatitán fue también un buen ejemplo del hecho de que los problemas globales requieren colaboración e intercambio entre instituciones a nivel regional y global. Escuchándose y aprendiendo unos de otros, es posible multiplicar el impacto de las entidades a nivel local. En relación con el tema climático, la DBGA sirve de plataforma para este importante intercambio, especialmente dentro de la Familia Salesiana, para trabajar juntos y facilitar a sus miembros la unión de esfuerzos.
Además, la DBGA informa a individuos y organizaciones a través de sus diferentes canales de comunicación sobre los últimos descubrimientos en el mundo para combatir el calentamiento global, la contaminación del aire o la eliminación de los plásticos desechables.
Finalmente, la DBGA también está organizando o participando en campañas globales, a las que pueden adherirse sus miembros, así como individuos y Eco Clubs.
Don Bosco dijo una vez: “No dejes para mañana el bien que puedes hacer hoy. Puede ser que no haya un mañana”. El cuidado del medio ambiente es parte de la educación cristiana y debe integrarse en el trabajo diario y en los esfuerzos por proporcionar un entorno seguro y acogedor para los jóvenes. Dado que la Familia Salesiana puede involucrar a cientos de miles de jóvenes para que formen parte del cambio “verde”, también debe asumir la responsabilidad de actuar en este desafío para la seguridad de la “casa común”.
Por Melanie Troxler
