Los jóvenes expresaron no sólo sus deseos y aspiraciones de pertenencia y experiencia comunitaria, sino que invitaron a los salesianos a una mayor presencia en sus vidas, a acompañarlos y también acompañar a sus familias. Los jóvenes pidieron una mayor inclusión en la toma de decisiones y permitir que sus voces sean escuchadas. Compartieron que quieren formación salesiana para servir y guiar mejor a sus compañeros, especialmente para ayudarlos a comprender mejor cómo vivir su fe. Los jóvenes desafiaron a los capitulares a ser valientes y abordar los diversos problemas sociales que impactan a los jóvenes de la provincia como la identidad, la salud mental, el racismo, el papel de la mujer en la sociedad y la Iglesia, la inmigración, la sexualidad y LGBTQ, por nombrar algunos pocos.
Inspirados por la voz de los jóvenes y tomando en serio sus preocupaciones, los capitulares, junto con los invitados laicos, comenzaron los trabajos del Capítulo. Mientras la asamblea trabajaba en la revisión de cómo la provincia estaba implementando el CG 28, se hizo evidente que aún queda mucho trabajo por hacer para realizar algunos de los puntos de acción presentados en el Capítulo Provincial anterior (2019) y el cual se presentó previo al CG 28.
A medida que el Capítulo avanzaba durante la semana trabajando en la articulación del Plan Orgánico Provincial (POP) para los próximos seis años, los capitulares discernieron si la provincia se está moviendo o no con los signos de los tiempos, si se reconoce el cambio en las necesidades, cultura y tradiciones del Oeste de los Estados Unidos o si la provincia se encuentra en zona de confort. Con el impulso del Espíritu Santo, el Capítulo afirmó que aún había esperanza en medio de las luchas más importantes y expresó con sencillez el deseo de seguir adelante; abrazando el llamado a confiar en la Divina Providencia.
A la luz de la comprensión de las realidades socioculturales y educativas de los jóvenes y las familias de la Inspectoría, y del personal y los recursos disponibles, el Capítulo se comprometió a dar prioridad a “fortalecer y renovar la Misión Salesiana”; en particular nuestra identidad carismática salesiana; formación para y en la misión en particular con los laicos; crear procesos de rendición de cuentas a las estructuras de planificación pastoral; y más importante, la labor de animación vocacional, especialmente acompañando a los jóvenes a considerar la vida consagrada salesiana como opción de servicio. Estas serán las principales áreas de enfoque para comenzar a renovar la provincia.
Ahora que el Capítulo Provincial ha concluido, la ardua tarea es compartir los resultados del Capítulo con toda la provincia y poner en marcha los próximos pasos del proceso de renovación, que incluye el redimensionamiento de nuestras presencias en la provincia.
En sus palabras finales, el P. Mel Trinidad, provincial de SUO, hizo un llamado a la asamblea capitular a continuar trabajando con el mismo espíritu de cooperación, sinodalidad y diálogo para que se vea realizada la esperanza de una misión que renueve y redimensione a la provincia y el capítulo provincial ha invitado. Finalmente, el P. Mel animó tener presente que el trabajo compartido sea para mayor gloria de Dios y salvación de las almas.
Por el hermano Alphonse Vu, SDB y el P. Kristian Laygo, SDB
