El nombre original de la propuesta es “Educativi ECC” (Educar es Cosa del Corazón), inspirado en la conocida frase del Padre, Maestro y Amigo de los jóvenes, Don Bosco. Sin embargo, la iniciativa forma parte de un plan mayor: la vida misma de Maira y Nico. Ellos se conocieron en los encuentros del MJS y el 12 de enero de 2018 se casaron.
El proyecto Educativi ECC comenzó el 2016. Jugando con los sobrinos se les ocurrió hacer un juego. Entendieron que los chicos con los que trabajaban necesitaban “algo más”, que el juego es el medio de aprendizaje más eficaz, que veíamos la necesidad de implementar otros procesos de pensamientos y no solo los juegos mecánicos y repetitivos.
Durante una primera etapa iniciaron un voluntariado en Buenos Aires donde “tuvimos la enorme gracia y la bella providencia – explica Maira y Nico – de ir encontrándonos durante ese año con gente realmente maravillosa y con destinos inolvidables…pudimos conocer otros paisajes hermosísimos de Argentina, Bolivia y Chile al pasar”.
La situación económica del país no fue favorable para la comercialización de los juegos, aunque aún continuaban llegando algunos pedidos. Los últimos trabajos fueron enviados a Córdoba.
“Soñamos poder digitalizarlos, que además de promover el contacto entre personas al jugar, estos juegos lleguen a más niños a través de una App, un programa o una plataforma”, refieren.
A muchos educadores les sucede que no encuentran recursos que hablen del país y que se asemejen a la realidad que viven alumnos. Con estos juegos es una oportunidad para hacer conocer.
Por otro lado, Maira y Nicolás se conocieron en ambientes salesianos y en medio del Movimiento Juvenil Salesiano. “La Salesianidad nos atraviesa todo nuestro ser – comenta – Si bien hay momentos en los que nos cuesta disponernos a la alegría, apenas nos damos cuenta cambiamos de actitud. Este carisma nos invadió desde que lo conocimos y desde ahí, no podemos alejarnos de esta forma de ser, de andar, de amar”.
Maira y Nicolás concluyen diciendo: “En el matrimonio, estamos tratando de ser mejores esposos, intentando vivir ese amor del que se habla en Corintios; en el trabajo, tratando de poner ánimo, regalando cosas buenas, detalles, como lo hacía Don Bosco con las familias, con los más desfavorecidos, etc.”
Por: Luciana Caprini
Fuente: Don Bosco Norte
