En los últimos años se notó también que entre los participantes a estos programas algunos encontraron la vocación para ser sacerdotes o religiosos. Por este motivo los salesianos húngaros consideran este campamento como una de las ocasiones especiales para promover vocaciones y muchos de ellos ponen gran atención en la interacción con los monaguillos, acompañándolos en cuanto animadores.
Aproximadamente unos cien jóvenes tomaron parte en la actividad de verano que se realizó del 14 al 18 de julio de 2020, respetando las medidas de seguridad. Don Kirner Zoltán, SDB, que este año celebra los 25 años de ordenación sacerdotal fue el director espiritual del campamento, cuya finalidad ha sido transmitirle a los jóvenes la atención y pasión por la liturgia, junto a crear dinámicas de grupo y hacerlos divertir sanamente.
Cada día los jóvenes divididos en equipos, pudieron participar a una sesión de formación sobre el tema “Aquí el misterio de la fe” a cargo de don Zoltán. Esta reunión era acompañada por muchos laboratorios, actividades deportivas y dinámicas para reforzar el trabajo de equipo, visto que los participantes al campo provenían de diversas parroquias, también no salesianas.
Al terminar la colonia, el equipo ganador obtuvo la Copa de los Acólitos, dedicada al beato Stefano Sándor, salesianos coadjutor húngaro, martirizado en 1953. Como el mejor acólito del campamento fue premiado con la estatuilla de santo Domingo Savio, patrono de los monaguillos.
Los participantes consideraron a esta colonia de vacaciones como una actividad agradable y gozosa, y por esto han agradecido a los salesianos, en particular a don Ábrahám Béla y don Andrásfalvy János, respectivamente ex-inspector y actual inspector.
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