Con la experiencia adquirida y el reconocimiento durante la epidemia de ébola, los salesianos comenzaron a trabajar desde el primer momento del covid-19 en la prevención y sensibilización. La sede de Don Bosco Fambul ha sido puesta a disposición como un lugar de emergencia y primera acogida. Entretanto los menores y jóvenes libres de coronavirus han sido trasladados a las instalaciones del Nuevo Fambul, en las afueras de la capital.
El proyecto Don Bosco sobre Ruedas es el autobús que recorre durante las noches y diariamente las calles de los barrios pobres de Freetown. Así se van identificando y ayudando a los niños de la calle y a las jóvenes en situación de prostitución. Nunca se detuvo y apesar del toque de queda, el autobús recibió un permiso de la Policía para continuar las actividades en la calle, contando con trabajadores sociales y enfermeras.
“En las primeras semanas de confinamiento atendimos a casi 500 menores. Cien de ellos ya se han reintegrado en la gran familia de Don Bosco Fambul”, aseguró el salesiano Jorge Crisafulli, director de Don Bosco Fambul.
Asimismo, Don Bosco Fambul es la única institución que trabaja con los presos en esta compleja situación de miedo ante la propagación del coronavirus. El trabajo en la prisión ahora implica comenzar de cero después de los destrozos de la revuelta de abril pasado. Sin embargo, “no desfallecemos porque somos la única esperanza para ellos”, asegura el misionero salesiano.
El interés salesiano por ayudar a los menores, en muchos casos inocentes o con pequeños delitos, quienes comparten largas condenas con adultos en la prisión, ha llevado a los religiosos a negociar acuerdos con la dirección de la cárcel para liberarlos o acordar diversas actividades dentro del penitenciario.
Por ello, en medio de la pandemia, Don Bosco Fambul sigue realizando exámenes médicos a los heridos y enfermos. También ha adaptado un sector para albergar a personas contagiadas, transformando la capilla de la prisión en una clínica para aislar a los casos sospechosos. Además distribuye alimentos para complementar la única comida que los presos reciben cada día.
Fuente: Misiones Salesianas