Hace un año, nadie hubiera imaginado que la vida de todos en el mundo cambiaría tanto y tan rápido. La pandemia ha obligado a todos a reorganizar sus estilos de vida, y las restricciones impuestas en la sociedad han causado la suspensión o modificación de muchas actividades.
Los herederos de Don Bosco son conocidos por su compromiso a favor de la juventud en dificultad. Con el bloqueo de la vida social que ha obligado a todos a encerrarse en sus casas, los contactos se iban suspendiendo poco a poco y en consecuencia, los salesianos han tenido que buscar la manera de llegar a los jóvenes. Los han encontrado en Internet.
De hecho, los jóvenes destinatarios del carisma salesiano han desplazado on line sus encuentros. Como se podía ver desde el retiro de Cuaresma del año pasado. Luego más tarde, la red ha sido un espacio de encuentro privilegiado, no solo para los jóvenes, sino también para los adultos. De hecho, los fieles podían participar en funciones litúrgicas y misas retransmitidas en directo, mientras que por la tarde participaban online de la adoración al Santísimo Sacramento.
Los meses de verano permitieron la realización del carisma salesiano en las formas más tradicionales. A pesar de las restricciones sanitarias, los salesianos consiguieron organizar tantas actividades y muchos jóvenes pudieron participar en diversas iniciativas: campos deportivos, recorrido en canoa, paseos por la montaña, campamentos diarios ... Sin descuidar uno de los elementos más importantes del carisma salesiano: el ponerse bajo la protección de María. Por ejemplo, los salesianos, con los fieles de Lublin, fueron en peregrinación a los Santuarios de Podlasie durante cuatro días. Mientras que los peregrinos acudieron al Santuario Mariano de Przyłęków con motivo del 134 aniversario de las apariciones en la colina.
En fin, los salesianos demostraron que en tiempos de pandemia son capaces de ayudar no solo espiritualmente, sino también prácticamente, siguiendo la actitud de Don Bosco y sus muchachos en la época del cólera en Turín. Como ellos, los jóvenes clérigos salesianos de Cracovia se arremangaron y llevaron ayuda a los vecinos de una de las Casas de Asistencia de esta ciudad: realizando servicios sencillos, como limpiar, desinfectar la cocina, el comedor, los ascensores o las barandas ...
La actitud de estos jóvenes atestigua que el amor al prójimo debe manifestarse no sólo con palabras, sino sobre todo con gestos concretos.
