Prioridad por los jóvenes, los más pobres con alto riesgo social y de vulnerabilidad.
Porque amamos con verdadero corazón salesiano a los jóvenes, sobre todo a los más pobres:
Renovamos nuestro compromiso de estar presentes allí donde ellos se encuentran, generando igualdad de oportunidades. Con ello contribuimos a acortar las brechas de pobreza y desigualdad, para seguir avanzando en la realización de proyectos educativo-pastorales centrados en los jóvenes y sus familias. Nos empeñamos en la defensa de los jóvenes, especialmente de los marginados, de las víctimas de la vulneración de sus derechos, de cualquier tipo de abuso y violencia
Renovado compromiso por la educación.
Porque estamos convencidos de que la educación es el medio más poderoso para transformar vidas y formar mejores ciudadanos:
Renovamos nuestro compromiso con la cualificación de las personas y de los procesos educativo-pastorales en todos nuestros ambientes y nos comprometemos a seguir generando espacios que permitan construir “un país dialogante y en paz en el que se promueven y consolidan espacios de encuentro y reconocimiento en pro de que vivamos una ciudadanía solidaria, justa y dialogante”. Nos unimos al Pacto Educativo Global propuesto por el Papa Francisco, reavivando nuestro compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo, de la mutua comprensión y movidos por la utopía de una sociedad impregnada de valores cristianos, tal como Don Bosco lo soñó.
Por una ciudadanía activa y participativa.
Porque apostamos por una ciudadanía activa y participativa que luche contra todo tipo de corrupción:
Renovamos nuestra capacidad de escucha, apertura y diálogo activo entre los jóvenes, para que sean los protagonistas y transformadores del cambio que necesita nuestra sociedad, fortaleciendo su pensamiento crítico y su formación ciudadana. Sostenemos ambientes seguros, libres y coherentes, donde el eje central de nuestra labor educativo pastoral es la dignidad de la persona humana. Acompañamos a los jóvenes en el descubrimiento de los valores esenciales de la vida, en su crecimiento personal espiritual y en el desarrollo de todas sus potencialidades.
La sostenibilidad como desafío.
Porque reconocemos que nuestra casa común está en una situación muy crítica, asumimos la sostenibilidad como un desafío generacional:
Promovemos una conversión ecológica, renovando nuestro compromiso por el cuidado del medio ambiente, de nuestra casa común, reconociendo la necesidad de una transformación integral, de una economía sustentable y de una acción decidida. Escuchamos el grito de los jóvenes en su reclamo ecológico y promovemos una espiritualidad ecológica que defienda, con toda nuestra pasión, el medio ambiente con iniciativas concretas y duraderas en el tiempo.
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