"En tiempos especialmente difíciles como la primera y la segunda intifada, esta panadería jugó un papel importante y brindó un gran servicio a la gente. También ayudamos a muchas familias pobres durante la primera y la segunda guerra en Iraq" explica P. Lorenzo Saggiotto, de los Salesianos de Belén.
Una ayuda necesaria en este tiempo difícil de pandemia del coronavirus. "Incluso en este periodo, desde el estallido de la pandemia hasta el día de hoy, la panadería ha proporcionado pan no solo a las familias más pobres sino también a las instituciones que necesitan ayuda para continuar sirviendo a la gente" añade después.
Una de estas instituciones es la Asociación “Juntos por la Vida” de Belén, que trata de ayudar a las personas con discapacidad y que, a causa de la pandemia, nya no tiene ingresos ni de la producción artesanal ni de donaciones.
Afirma Mahera Gharib, Directora de “Juntos por la Vida”: “Nosotros también dependíamos del turismo que visitaba Belén, y nos ha afectado como a todo el sector turístico. El pan que recibimos es suficiente para unas 55 personas. Para nosotros era un coste y los salesianos nos liberan así de este gasto, sobre todo porque en nuestra cultura palestina el pan es fundamental. Comemos pan o arroz, el pan acompaña cada comida”.
También la Asociación Beit Al Rajaa (Casa de la Esperanza) de Belén para invidentes y personas con necesidades especiales se ha visto afectada por las consecuencias del coronavirus: sus ingresos tambien dependen de la ayuda externa y de los turistas. El director de la Asociación, Salim Zeidan, agradece a los salesianos su ayuda y la calidad del pan, y cuenta: “El pan salesiano dura dos o tres días, pero podemos calentarlo y queda como recién salido del horno. La panadería salesiana es una de las más antiguas de la ciudad y desde siempre mantiene la misma calidad de producción”.
"Aunque hacer pan parece algo sencillo, para las familias que no trabajan y no tienen ingresos, sobre todo el periodos de toque de queda, recibirlo gratuitamente alivia a la familia de una parte de los gastos diarios”, concluye Basma Giacaman, Supervisora del Centro Basma, Beit Sahour.
Belén significa “casa del pan”, el pan que el horno salesiano de la ciudad distribuye con amor: un regalo que llega al corazón y al alma de los más necesitados.