La iglesia, que se convirtió en basílica el 12 de abril de 2010, por voluntad del Papa Benedicto XVI, está formada por dos tempos superpuestos, fue diseñada por el Ing. Enea Rocca y edificada por la empresa constructora de Giuseppe Stura e hijos. Fue construida en donde estaba la casa de campo “Cascina Biglione” de la que el padre de Don Bosco, Francesco, era aparcero. En la finca vivía la familia Bosco y allí nació "Giovanni Bosco" el 16 de agosto de 1815.

Volviendo a la basílica, la tarde de ese 11 de junio la Crónica de la Casa informa de la presencia de numerosas personalidades religiosas y salesianas: además del Card. Fossati también estaban varios obispo, como el de Asti; el Rector Mayor de la época, Don Renato Ziggiotti, acompañado de su Vicario; el Ecónomo General y varios Consejeros Generales; incluso el futuro Rector Mayor, el padre Luigi Ricceri; la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, sor Ángela Vespa, junto con su Vicario y la Ecónoma General; autoridades civiles como el Viceprefecto y el comisario de Asti, y el alcalde del municipio de Castelnuovo, Giuseppe Musso.

La piedra no procedía de las canteras, sino de la basílica de María Auxiliadora de Turín, donde sirvió de base al cuadro Nuestra Señora.

"El discurso en esta circunstancia fue pronunciado, con nueva elocuencia y calidez inusual, por el padre Guido Favini, secretario general de los Salesianos Cooperadores, quien supo subrayar el sentido más verdadero de la ceremonia, ya que pretendía ser un homenaje a toda la Familia Salesiana, ante la presencia cada vez más sentida de Don Bosco en el mundo contemporáneo” prosigue con precisión la crónica.

Entonces Don Ziggiotti leyó el telegrama de la Secretaría de Estado de Su Santidad, y luego la petición, que fue tapiada en la primera piedra, junto con el pergamino que dirigiéndose al mismo Don Bosco, afirmaba:

"Juramos fidelidad al programa que nos dejaste: oración y trabajo por el apostolado de las almas; religión, razón y bondad, en nuestro sistema educativo y en todas las relaciones sociales; amor ferviente por Jesús, por María Santísima, por el Papa, por la Jerarquía, por la Santa Iglesia. Y ayúdanos desde el Cielo a vivir santos en la práctica de las Constituciones y Reglamentos; a permanecer fieles a nuestra vocación hasta la muerte, a expandir el reino de Jesucristo en el mundo ...".

El pergamino, además de citar los nombres de las autoridades presentes, también recordaba la finalidad de este santuario dedicado a Don Bosco: "Para que se eleve con confianza la oración que suplica protección para las tierras tan queridas de su infancia".

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