“El padre Nicolussi fue un hombre de gran fe y humanidad, salesiano y religioso ejemplar, que hizo una contribución fundamental a la formación de la Congregación - dijo el Rector Mayor, el padre Ángel Fernández Artime -. Su gran y generoso corazón, como verdadero Hijo de Don Bosco, lo guió durante toda su vida para entregarse al bien de los jóvenes, especialmente con aquellos los llamados a servir en la Sociedad Salesiana. Animado por el celo misionero, se ha dedicado siempre al servicio humilde y discreto, ofreciendo en toda circunstancia su disposición para realizar la misión que le ha sido encomendada, en cualquier parte del mundo. Cultivó una fuerte y filial devoción a María Auxiliadora y quizás no sea casualidad que fuera llamado al cielo no lejos de la Santa Casa de Nuestra Señora en Loreto. Fue y sigue siendo un testigo luminoso de vida consagrada y salesiana, que sin duda puede ser un modelo para quienes dan hoy sus primeros pasos en la formación salesiana”.
Nacido el 19 de octubre de 1938 en Bolzano, Giuseppe Nicolussi completó su noviciado en Albaré, donde hizo su primera profesión el 16 de agosto de 1955. Aún muy joven fue enviado como misionero a Chile y de hecho fue allí donde, después de completar sus estudios en Teología, recibió la ordenación sacerdotal, el 28 de agosto de 1965, por el cardenal salesiano Raúl Silva Henríquez.
Reconociendo sus dotes intelectuales y humanas, sus superiores lo enviaron a la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, donde obtuvo un doctorado summa cum laude en Teología Dogmática.
Tras regresar a Chile, se incorporó al cuerpo docente y formativo del Teologado Salesiano en Lo Cañas, Santiago, y de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica. A nivel inspectorial, primero fue nombrado Vicario, luego Superior, del 1978 al 1984.
Posteriormente fue solicitado en Roma por el entonces Rector Mayor, Don Egidio Viganò, para trabajar en la redacción de la nueva Ratio y la explicación de las nuevas Constituciones. Regresó nuevamente a Chile como Director del Teologado de Lo Cañas en 1988, permaneciendo allí hasta 1990, cuando el XXIII Capítulo General lo eligió Consejero General para la Formación, cargo en el que fue confirmado también en el siguiente Capítulo General.
Terminada esta misión, en el 2002 fue nombrado Superior de la Visitaduría de la UPS y después de seis años de servicio, en el 2008 se convirtió en Director de la Casa Generalicia Salesiana.
Desde el 2015 trabajó como confesor de la comunidad de estudiantes de Teología "Ceferino Namuncurá", en la obra "Gerini" en Roma, donde también fue muy apreciado por su paternidad, humildad, piedad y servicio pastoral.
El actual Consejero General para la Formación, padre Ivo Coelho, quiso recordarlo así: “Conocí al padre Nicolussi cuando era Consejero general para la formación, aunque en ese momento no tenía mucho contacto con él. Era el hombre de la Ratio, quien había presidido la última gran revisión de este importante texto. Más tarde lo conocí como Director de la Casa Generalicia: amable, discreto y siempre al día respecto a lo que pasaba en la Iglesia. Fue un gran lector y tenía una capacidad envidiable de síntesis y comunicación. Pero lo conocí mejor como confesor en la comunidad de estudiantes de Teología "Gerini", y este es el recuerdo que más me quedará. Me asombraba la forma en que este hombre, que había formado parte de los más altos niveles de gobierno de la Congregación, logró insertarse sin ceremonias en la comunidad y ganarse la confianza de los estudiantes. Ofreció un precioso servicio en el sacramento de la Reconciliación y acompañamiento espiritual. Tengo también la impresión de que ayudó a los estudiantes con sus deberes y tesis; y ciertamente nos ayudó con algunos textos en los que estábamos trabajando en el Sector Educación. Pero sobre todo don Giuseppe nos dio el maravilloso ejemplo de una vida salesiana vivida con sencillez y serenidad. Lo extrañaremos".
