Después del diálogo con el cardenal Zen, los coadjutores salesianos presentaron sus historias vocacionales y relataron las diversas obras e iniciativas en las que se han comprometido en los últimos años. A partir de sus historias pudieron descubrir que, sea que trabajen en primera línea, sea que lo hagan detrás de las bambalinas, han hecho todo lo posible para mantener y promover el espíritu de Don Bosco y aprovechar al máximo sus talentos para acompañar a los jóvenes de diversas maneras. Además, profundizaron el conocimiento recíproco entre los Salesianos Coadjutores y aumentaron su mutua estima.

Antes de finalizar este apreciado evento, se reunieron en la capilla para celebrar la conmemoración del Beato Artémides Zatti, celebrada por el Cardenal Zen y concelebrada por el Inspector, P. Joseph Ng.

El Evangelio del día, que presentaba la parábola de la viuda pobre que suplicaba al juez injusto que la le hiciera justicia, estimuló la homilía del Inspector, que animó a los Salesianos Coadjutores a aprender de esa viuda e implorar incansablemente al Padre Celestial que nos dé más vocaciones de los Salesianos Coadjutores.

Providencialmente, la Oficina por las Vocaciones celebró ese mismo día un encuentro vocacional al que asistieron más de 20 alumnos de varios colegios de la Familia Salesiana. Por lo tanto, después de la Misa, los estudiantes se unieron a los Salesianos Coadjutores quienes respondieron a las preguntas sobre su vocación.

En este diálogo, el padre Joseph Ng destacó que cada salesiano tiene diferentes competencias y habilidades, y que todas ellas pueden usarse para enseñar a los estudiantes de muchas maneras. Y que la Congregación Salesiana toma en serio la formación de los Salesianos Coadjutores, para capacitarlos según sus talentos, para que puedan comprometerse mejor en su misión de educación y evangelización de los jóvenes.

Sr. Joseph Cheung, SDB

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