En la era del cine digital, la restauración de películas antiguas sigue siendo la última oportunidad para manejar esas largas tiras de celuloide que han hecho soñar a generaciones de espectadores. Es un trabajo super especializado, que solo las cinetecas y los archivos pueden realizar. El Festival de Cine de Turín ha creado una sección a su alrededor, "Back to Life", que este año presenta cinco joyas del pasado que han vuelto a la vida. El más antiguo es "Don Bosco", rodado en 1935 por Goffredo Alessandrini, cuando tenía poco más de treinta años. La película se rodó en Turín, Chieri, Monferrato y los estudios Fert-Microtecnica. Para ello se rodaron 40.000 metros de película, de los cuales se editaron 2.500. El costo de la película superó los dos millones de liras en ese momento.
La obra representa un ejemplo clásico de género hagiográfico, pero enriquecido por un lenguaje sofisticado y hábiles soluciones. Como en las tomas desde abajo del pequeño Giovannino, que ya subrayan su singularidad; o las sombras que narran la formación del sacerdote; sin olvidar la amplitud de algunas escenas. De particular interés, entonces, son las tomas externas: la campiña y el trabajo en el campo que forman el trasfondo de los días del joven Giovannino, hoy representan una preciosa fuente etnográfica del territorio.
La película se estrenó en 1935, un año después de la canonización del Santo de la Juventud. El director Goffredo Alessandrini contará más tarde: “En la película solo hay un actor profesional, los demás fueron tomados de la calle, como se dice. Así. los sacerdotes eran auténticos salesianos, que se prestaban todos. También estaba muy interesado en los lugares donde filmamos. Recuerdo ciertos conventos como el de Chieri. Y tengo presente que en ese invierno Turín era una ciudad blanca como la nieve, pero con el sol y el cielo azul”.
La reconstrucción, digitalización y limpieza de la imagen fue realizada para el Archivo Nacional de Cine Corporativo por Ilaria Magni, Diego Pozzato y la gerente Elena Testa. La restauración comenzó con el negativo conservado en el Fondo Salesiano depositado por la Dirección General de Obras Don Bosco en 2016 en Ivrea, integrando los huecos con secuencias conservadas en el Museo Nacional del Cine, la Cineteca de Bolonia y el "Museo George Eastman" de Rochester, Estados Unidos.
La película forma parte de la colección cinematográfica de la Congregación Salesiana depositada en 2016 en el CSC-National Cinema Enterprise Archive, compuesta por unas 500 películas que ofrecen una valiosa documentación de la presencia de los salesianos en muchos países del mundo. Esta colaboración ya ha permitido identificar y recuperar títulos poco o nada conocidos como "Los 26 mártires de Japón", película dirigida en 1931 por Tomiyasu Ikeda, sobre la persecución y martirio de los cristianos en la era Tokugawa; y "Los conquistadores de las almas", dirigida por Renzo Chiosso y Felice Minotti.
