Citando uno de los más recientes mensajes de paz ofrecidos por el Papa Francisco -el  el pasado 23 de febrero en el ámbito de la audiencia general-, el padre García Morcuende y sor Borja recuerdan que Dios “es el Dios de paz y no de guerra; que es Padre de todos, no sólo de alguien; que necesitamos hermanos y no enemigos”.

Por esta razón, quedarse a mirar no es una opción. “No podemos ser indiferentes o pensar que no podemos hacer nada o incluso que la situación no nos afecta. En realidad, todo está conectado... y la misma red del Movimiento Juvenil Salesiano incluye a los jóvenes de Ucrania y Rusia” subrayan los dos Consejeros Generales.

Por tanto, ante el inminente inicio del tiempo litúrgico de Cuaresma, "llamada de Dios para volver a Él", y ante la realidad actual, se insta a los responsables de la PJ en Europa a "animar una respuesta más madura y consciente de los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano frente a esta situación”.

En términos concretos, además de adherir a la jornada de oración y ayuno propuesta por el Papa para el Miércoles de Ceniza, el próximo 2 de marzo, también se sugieren otras iniciativas viables:

• Intensificar la oración personal y grupal, pidiendo a Dios el don de la paz.
• Organizar reuniones para conocer más sobre la situación.
• Potenciar los encuentros personales (presenciales u online) con personas implicadas en el drama de esta guerra que se prolonga desde hace años.
• Organizar y participar en vigilias, manifestaciones, campañas por la paz y el respeto a los derechos humanos.
• Cultivar actitudes no violentas y hacer gestos de cercanía, escucha, paciencia, paz y solidaridad en la vida cotidiana.

Aunque la pandemia ha favorecido en muchas personas el replegarse individualmente en sí mismos, los dos Consejeros Generales tienen fe en los jóvenes, especialmente en los de la MJS, y están convencidos de que “no han perdido el deseo de construir una sociedad mejor y el sueño de una mundo de paz, de respeto a la dignidad de cada persona, de justicia, de cuidado de la humanidad y de la tierra”.

Y mientras invocan a María, Reina de la Paz, renuevan la invitación a aprovechar el kairós en la coyuntura actual, el tiempo propicio “para vivir auténticas experiencias de acompañamiento a los y las jóvenes, para que sean ciudadanos globales y responsables de un mundo – casa para todos”.

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