Lydia llegó a Varsovia procedente de Dnipro, en el este de Ucrania, tras cuatro largos días de viaje junto a sus hijos, mientras que su marido permanece en Ucrania. Están preocupados, lógicamente, “pero tenemos esperanza en un futuro de paz, que llegará pronto”, dice ella. Para apoyarla en su confianza está también la experiencia de solidaridad que recibió en esta circunstancia: “Hay más gente buena de la que uno piensa y en estas situaciones se ve claramente, porque hacen todo con el corazón”, le confía a Alberto López, enviado a Polonia por la Procura Misionera Salesiana de Madrid.
En Polonia algunos alumnos de las escuelas salesianas de Piła, realizaron una iniciativa solidaria: llevaron comida, ropa y otros materiales a la ciudad Poznan para repartir entre las familias ucranianas. Y siempre desde la tierra polaca, concretamente desde Przemyśl, a sólo 15 km de la frontera con Ucrania, llega otra historia de esperanza: la de Yana, Zlata y Lev -una joven madre ucraniana y sus dos hijos- que gracias al compromiso de los Salesianos de Civitanova Marche, en la Circunscripción de Italia Central, ahora están protegidos de la guerra.
"Fue una experiencia verdaderamente conmovedora -dijo padre Alessio Massimi, Director del oratorio de Civitanova Marche-. Llegamos a Przemyśl a la casa salesiana y descargamos el minibús cargado con tanta generosidad por nuestros feligreses. En los días que estuvimos allí íbamos al punto de recepción de refugiados, un gran centro comercial y nos pusimos a disposición para hacer lo que fuera necesario.
Hemos encontrado una gran organización. En particular acomodábamos cada día las camas, porque la gente era bien recibida pero al día siguiente salían para los distintos destinos, unos a Italia, otros a Portugal, otros a España, según a donde deseaban ir. A la vuelta fuimos a recoger a Yana, Zlata y al pequeño Lev para llevarlos a Civitanova donde su abuela Natalia los esperaba”.
Siembre en Italia, el Inspector de Sicilia, padre Giovanni d'Andrea, informó sobre la recepción que están dando en esa Inspectoría: "Estamos terminando de colocar unidades 'materno-infantiles' monoparentales con 'familias de apoyo', para dar vida a un 'hospedaje generalizado'. Hoy, ayudados por una mediadora, cuatro jóvenes que recibimos junto con sus madres fueron incluidos en las actividades socioeducativas de nuestro oratorio 'Santa Maria de La Salette' en Catania".
Ampliando la mirada, otra noticia solidaria llega desde Corea del Sur, donde entre el desembolso realizado por la Inspectoría y las donaciones de otras organizaciones católicas, la coordinación salesiana para dar respuesta a la emergencia ha recogido una importante suma destinada a los refugiados; también en la Inspectoría de Estados Unidos Oeste (SUO), una sola obra -la de Bellflower- ha recogido una importante suma en donaciones, que ahora serán enviadas en favor de la causa ucraniana a la Oficina Misionera Salesiana de New Rochelle. Para finalizar, en Gran Bretaña (GBR), toda la comunidad de la escuela Chertsey, animada por el padre de un estudiante experto en finanzas e informática, está participando en un gran proyecto para recopilar materiales y programas que permitan a los jóvenes refugiados ucranianos seguir las lecciones por videoconferencia, desde las escuelas de su país.
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